El Atlético de Madrid, con un meritorio empate (1-1) en el campo del Arsenal pese a jugar casi todo el partido con diez, y el Marsella, que superó 2-0 en casa al Salzburgo, consiguieron este jueves resultados positivos que les dejan más cerca de la final de la Europa League.
Ninguna de las dos semifinales está vista para sentencia tras los choques de ida, pero españoles y franceses salen reforzados del mismo, a la espera de los partidos de vuelta, el jueves de la próxima semana.
La eliminatoria más abierta es la que mide a Atlético y Arsenal, que este jueves se enfrentaron en Londres con un 1-1 de gran valor psicológico para los madrileños, que tuvieron que hacer frente a enormes adversidades, jugando con diez hombres desde el minuto 10 y perdiendo a su entrenador Diego Simeone, también expulsado, apenas dos minutos más tarde.
Alexandre Lacazette abrió el marcador de cabeza (61), pero el también francés Antoine Griezmann empató cerca del final (81), en un partido, en el que el Atlético logró sobrevivir pese a las enormes adversidades que afrontó.
Los rojiblancos vieron cómo a los diez minutos el árbitro expulsó al central croata Sime Vrsaljko por doble amonestación, quedándose con diez con ochenta minutos de partido por delante.
Y tres minutos más tarde, fue el técnico Diego Simeone el que tuvo que abandonar el terreno de juego expulsado por sus continuas protestas, en lo que fueron los peores momentos del Atlético.
Tras resistir durante la primera parte, el Arsenal batió por fin a Jan Oblak en el 61, cuando Jack Wilshere se metió hasta la línea de fondo para poner un centro al área, donde se elevó Lacazette para cabecear picado y firmar el gol 'gunner'.
Cuando parecía que el partido se encaminaba a la derrota rojiblanca, apareció Griezmann para poner el 1-1 tras una gran cabalgada y un mano a mano con el colombiano David Ospina (81).
¿Triste adiós para Wenger?
El Atlético, campeón de la Europa League en 2010 y 2012, tiene ahora la oportunidad de resolver la eliminatoria ante su público, tras cosechar un resultado favorable en el temible Emirates Stadium.
El Arsenal, por su parte, está obligado cuando menos a marcar en el Metropolitano si quiere que su entrenador Arsène Wenger pueda tener la posibilidad de despedirse del club con una final europea.
En la otra semifinal, el Marsella dejó muy herido al Salzburgo al imponerse por 2-0 ante su público en el estadio Velodrome.
Florian Thauvin abrió el marcador para los franceses en el minuto 15 y el camerunés Clinton N'jie amplió la cuenta en el 63.
La mala noticia para el equipo de Rudi Garcia fue la lesión del argentino Lucas Ocampos, sustituido en los primeros minutos de la segunda parte.
El Marsella, que ganó la Liga de Campeones en 1993, sigue por lo tanto soñando con poder conquistar su primera Europa League, después de haber perdido las dos finales que disputó anteriormente en esta competición, en 1999 y 2004, cuando el torneo se conocía por su anterior denominación, Copa de la UEFA.
En caso de ganar el título obtendría además una plaza para la Liga de Campeones, un objetivo por el que está peleando en la Ligue 1 y que a falta de cuatro jornadas no tendría en la mano al ser cuarto en la clasificación, cuando sólo los tres primeros logran billete.
El Salzburgo, campeón de Austria, se verá obligado ahora a una gran remontada en su estadio si quiere aspirar a regresar a la final del torneo, después de haber sido subcampeón en la Copa de la UEFA en 1994.