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Un grupo de ultras (barrabravas) enmascarados invadió ayer el entrenamiento del Sporting de Portugal y agredió a miembros del cuerpo técnico y a los jugadores, entre quienes se encontraba el delantero atlanticense Fredy Montero. De esta manera se acentuó la grave crisis que sufre el club lisboeta.

Montero sufrió dos golpes leves en el ataque, pero 'afortunadamente no fueron graves', confirmó su representante Helmut Wenin, en diálogo con EL HERALDO.

'Está bien, sin problemas, gracias a Dios', corroboró Fredy Montero padre a este diario.

Según los medios portugueses, unos 50 individuos acudieron a la Academia del Sporting, situada en Alcochete (afueras de Lisboa), y forzaron la seguridad del lugar antes de agredir a los jugadores y causar destrozos en las instalaciones.

'Hemos procedido al arresto de 21 personas y hemos incautado vehículos y objetivos que utilizaron en la agresión', precisó la secretaria de Estado adjunta al ministerio del Interior Isabel Oneto, en una conferencia de prensa.

Durante el ataque, que duró unos 15 minutos según los medios portugueses, los ultras activaron las alarmas anti-incendio con la ayuda de bengalas y golpearon al personal con cinturones.

En las redes sociales circuló una foto del internacional holandés Bas Dost con una herida en la cabeza y videos con los vestuarios destrozados.

De nuevo según la prensa del país; el internacional argentino Marcos Acuña y el internacional croata Josip Misic también están entre los agredidos.

El técnico Jorge Jesús recibió un golpe en la cabeza. Tras la agresión, se suspendió el entrenamiento y varias personas fueron arrestadas por la policía.

'Una situación atroz', declaró en la televisión del club el presidente Bruno de Carvalho, asegurando que se tomarán las medidas necesarias.