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Acompañado de su prometida Marisel Marrero, con quien lleva una relación de 6 años, Juan ‘Igor’ González, flamante extoletero puertorriqueño, aterrizó este jueves en Barranquilla para dirigir a su país en el cuadrangular amistoso ante el local Colombia, la siempre difícil Venezuela y uno de sus reñidos rivales, República Dominicana.

González, apodado ‘Igor’ por su afición a la lucha libre, nunca dejó de ver los shows del estadounidense Mighty Igor y se hizo popular con el apellido de este último. 'Me gustaba ver la lucha desde muchacho y desde ahí fue todo. Fíjate, a uno en los países de acá, lo conocen más por su apodo que por su nombre (risas)'.

Con un promedio de bateo de .295, 1.404 remolcadas, 434 vuelacercas, tres participaciones en Juegos de Estrellas, seis bates de plata y dos reconocimientos como el Jugador Más Valioso en la Liga Americana defendiendo los colores de Texas, el boricua de 48 años es otra de las figuras de renombre que acompañó a Édgar Rentería en la entrega oficial de su diamante.

'Sin duda alguna Édgar es de los mejores. Puso el nombre de Colombia y de Latinoamérica en alto. Édgar tiene algo que a mi me faltó y eso es de admirar, una Serie Mundial. Yo siempre llegué a playoffs y nos eliminaban en primera ronda', destacó.

A los 16 años fue firmado y gracias a su talento fue escalando en el mundo de la pelota caliente. A los 20 años ya estaba disfrutando, como él dice, 'del gran show'.

'Me temblaban las piernas. Hasta cuando me tiraron la primera bola no dejé de temblar. Yo gané muchas cosas en el béisbol, pero sin duda alguna el debutar ha sido lo más grande. Ver ese estadio lleno, la gente gritando. Todo te marca y te hace seguir adelante', rememora el padre de tres hijos que ayer cumplió exactamente 13 años de haberse retirado de la Gran Carpa.

Uno de los momentos más conmovedores durante la rueda de prensa con los cuatro mánagers del cuadrangular de béisbol, que se disputa en el diamante Édgar Rentería, fue cuando habló de Ronaldo Romero, el pitcher barranquillero que sufrió un ataque cardiaco el 14 de mayo de 1990 que lo dejó sin vida. Romero se perfilaba a ser el primer lanzador criollo en llegar a las Grandes Ligas. González lo conoció cuando militaba en Texas.

'Tenía un brazo potente, pero Dios sabe todas las cosas que van a pasar. Era un muchacho alegre, jocoso con un sueño de llegar a Grandes Ligas. Si no se va a corta edad, sin duda iba a ser un gran lanzador y llegaría a las Grandes Ligas'.  

Mientras caminaba por la piscina del hotel Puerta del Sol y EL HERALDO le expresaba que en ese sitio se concentraban los rivales de la Selección Colombia de fútbol en años anteriores, ‘Igor’ recordó el asesinato del defensor antioqueño Andrés Escobar.

'Esa historia de la muerte de ese muchacho me conmovió mucho. Uno nunca quiere cometer un error. Uno es humano y siente', concluyó.