Se le quebró la voz a Édgar Rentería. El hombre al que no le temblaron los brazos para batear en el momento crucial y conquistar dos trofeos de Serie Mundial de las Grandes Ligas, no pudo evitar la emoción y su típica timidez para dirigirse a las 12 mil personas que llenaron el nuevo estadio de béisbol para conocer la maravillosa obra y homenajear al exitoso expelotero que le da nombre.
'Ustedes saben que el micrófono no es amigo mío', admitió 'El Niño' de Barranquilla al final de su efusiva y sentimental intervención en medio de la inauguración del escenario.
Sus palabras sinceras, llenas de orgullo, alegría y gratitud, con lágrimas a punto de salir, hicieron parte del remate de una serie de actos que demoraron para empezar, pero terminaron de manera vibrante, espectacular e inolvidable. El inicio se anunció a las 6 p.m., pero solo después de 7:15 rodó el show previo al juego entre Colombia y Venezuela.