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Sugar Ray Marimón, relevo cartagenero de 30 años, aún exhibe admiración cuando habla de las Grandes Ligas. Su debut se selló con los Bravos de Atlanta el 14 de abril de 2015 y su permanencia en las Mayores se extendió por 15 juegos más.

Marimón, uno de los grandes nombres colombianos en el cuadrangular de béisbol que se disputa en el diamante Édgar Rentería, no pierde la esperanza de retornar y ajusta su derecha para ello luego de presentar lesiones en su codo y en su hombro.

'No me he retirado. Estamos todavía perseverando y luchando. En el deporte lo más importante es estar en salud. La idea es retomar nuevamente la confianza para que el público y mi familia me vean. Todavía tengo el sueño de volver a Grandes Ligas', expresa el pelotero de 30 años a EL HERALDO.

Tras su salida de Atlanta, Marimón tuvo un ciclo hasta 2016 por Corea del Sur. Un país con gran potencial pelotero, pero con cultura gastronómica bastante extraña. 'En Corea no fueron fáciles las cosas. Trataba de comer lo que conocía y con mucha precaución. Una vez me dieron carne de perro y yo dije, ¿qué es eso, muchacho? Me eché para atrás y me fui. Sin duda una cultura diferente, un país lindo y muy moderno. En cuanto a béisbol, batean mucho y ha mejorado. Ahora muchos que han jugado en Grandes Ligas van a allá, se ponen ready y regresan', expresa el serpentinero que en estos momentos es agente libre, pero según él, 'con propuestas para ir a la pelota caliente mexicana'.  

El pasado jueves, en la inauguración del diamante Édgar Rentería, Sugar, que lanzó una entrada, permitiendo un sencillo y recetando un ponche, se sintió en otro país. 

'Me trasladé. Cuando estaba en el plato y miraba el estadio, sentí que estaba en otro país. Los estadios de invierno o los de Triple A no le ven una a este. Ojalá lo cuidemos porque es de todos'.

Para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Sugar Ray Marimón, con su estilo mohicano y barba larga, integra el roster de peloteros colombianos que batallarán por quedarse con el oro.