Fernando Alonso y la escudería Toyota buscarán juntos este sábado y domingo en las 24 Horas de Le Mans la que sería la primera victoria del piloto español en esta prueba y también supondría el estreno del constructor japonés.
Completar una vuelta sobre tres ruedas, gestionar todo tipo de averías, habituarse al tráfico gracias a un simulador: Toyota ha trabajado para tener todo bajo control tras sus anteriores y frustrantes experiencias en Le Mans.
'En los últimos años esta carrera ha sido un pequeño martirio', recuerda el suizo Sebastien Buemi, que comparte con el japonés Kazuki Nakajima y con Alonso el volante del Toyota número 8, que arrancará en la 'pole position' a las 15h00 (13h00 GMT).
¡'Martirio' es un eufemismo! En 2016, el Toyota número 5, pilotado por Nakajima, se paró a falta de tres minutos para el final y vio cómo se le escapaba el triunfo cuando iba en cabeza.
Un cruel resumen de la experiencia en Le Mans del constructor japonés, que nunca ganó en 19 participaciones y ha encadenado una frustración tras otra desde su regreso a las carreras de resistencia en 2012.
'En términos de rendimiento, en las últimas cuatro ediciones, pudimos ganar tres veces', dijo el director técnico Pascal Vasselon.
Ante la ausencia este año de constructores rivales en la categoría reina (LMP1), después de las renuncias de Audi y de Porsche, Toyota no enfocó su preparación en el rendimiento, sino en la fiabilidad y la gestión del riesgo.
'50% de posibilidades de tener un accidente'
Fernando Alonso, estrella mediática de esta 86ª edición, se estrena en Le Mans. El campeón del mundo de F1 en 2005 y 2006 quiere dar un paso más hacia la triple corona del automovilismo (GP de Mónaco, que ganó en 2006 y 2007, 500 millas de Indianápolis y 24 horas de Le Mans).
Las clasificaciones del miércoles y jueves confirmaron el estatus de favorito de su equipo, después de ocupar las dos primeras plazas aventajando al primero de los otros ocho LMP1 respectivamente en cuatro y dos segundos.
Con 60 competidores en la línea de salida, los Toyota deberán gestionar un tráfico importante, un parámetro que también tuvieron en cuenta durante su preparación.
'En Le Mans, un coche tiene el 50% de posibilidades de tener un accidente. Puede que no sea un choque grave, pero sí un contacto', afirma Vasselon. El simulador ha reproducido las condiciones de un tráfico denso.
'Es un poco más fácil de lo que me esperaba, especialmente por la gestión del tráfico, porque es más fácil de adelantar que en Spa-Francorchamps (escenario en el mes de mayo de la primera carrera de la temporada) gracias a las grandes rectas', señala de todas formas el 'rookie' Alonso.
¿Volverá a ser Toyota una vez más este año su peor enemigo? El veredicto lo conoceremos el domingo a las 15H00 (13H00 GMT).