Una potencia mundial que evoluciona incesantemente. Dieciséis títulos ecuménicos, nueve de ellos de forma consecutiva, avalan la supremacía de Colombia en esta disciplina. Derrotar a los criollos, es para los oponentes, más que una medalla de oro.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se inician hoy y se extenderán hasta el 3 de agosto, Colombia llega con el rótulo de gran favorito. Sin duda, el rival a vencer.
Cuatro cartas presentan los locales para echarse al bolsillo las 10 preseas que se entregarán en el Patinódromo Álex Cujavante. Precisamente el fondista barranquillero, campeón mundial y que inspiró el nombre del escenario deportivo, espera hacer respetar su casa y repetir el oro ganado en Veracruz 2014. Johana Viveros, Edwin Estrada y Kerstin Sarmiento, quienes también han ganado el metal dorado en certámenes orbitales, integran el grupo liderado por los entrenadores Iván Vargas y Elías Del Valle.
'Esto es el resultado de años de trabajo. De un trabajo serio comprometido y con visión hacia la grandeza. Contento de poder estar en mi tierra. Mi reto personal era estar en casa. Estamos a días de correr y no fue fácil llegar porque hay que hacer un filtro. Hacer un selectivo, pasar al Mundial y luchar el cupo. Esto no me lo gané porque sea de la casa o porque la pista lleve mi nombre. Fui el mejor de Colombia, de una delegación de 32 personas y escogieron cuatro integrantes que representarán al país. Esto es con dolor y sacrificio', expresó a EL HERALDO Álex, quien cumplirá 25 años el próximo 19 de agosto.
Nacida hace 18 años en el barrio Pescaíto, de Santa Marta, Kerstin Sarmientos es una patinadora de velocidad pura. Asiste a sus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe y su objetivo no se traza por debajo del baño dorado. Cuenta, a tan corta edad, con 13 medallas en Mundiales (6 oros, 4 platas y 3 bronces) y en los recientes Juegos Bolivarianos, que se diputaron en su hábitat, alcanzó el oro, la plata y el bronce.
'Venimos con la mejor energía y con Dios de nuestro lado. Yo le tengo respeto a todas las rivales. Todas están muy fuertes, pero mi rival a vencer aquí soy yo. Vamos con toda', expresa Sarmiento mientras revela una tierna sonrisa.
En noviembre del año pasado Kerstin, bautizada así porque a su señora madre 'le gustaban los nombres poco comunes', celebró en casa. 'Fue algo mágico. Estaba un poco nerviosa por estar frente a tantos samarios, y frente a tanta gente de Pescaíto, mi barrio, el mejor del mundo. Todavía es la hora y los samarios están orgullosos de mí. Trato siempre de darle más alegrías a Pescaíto y al Magdalena', agrega.
'Esto es como volver a correr en Santa Marta. Siento emoción pero un poco de nervios. Quiero celebrar aquí, frente al público colombiano', concluye la joven patinadora.