Cuando la noche caía, Caterine Ibargüen puso el brillo con sus elegantes saltos. El estadio Rafael Cotes una vez más vibró, y las palmas nunca dejaron de escucharse. En la pista, la reina del atletismo en Colombia marcó el paso y en las tribunas la acompañaron con aplausos fuertes. La ‘Diosa de ébano’ no falló y una vez más le regaló un oro a Barranquilla y a todo el país, esta vez en su especialidad: el salto triple. Además le puso el moño a su presentación al imponer un récord en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Ibargüen dejó su sello. Anoche confirmó que su reinado en el salto triple está más vivo que nunca y que por ahora no hay quien le quite el trono.
La atleta antioqueña se colgó el oro con un registro de 14,92 metros (récord de estos Juegos). Pero la alegría para Colombia en esta prueba no solo la dio Ibargüen, Yosiri Urrutia se quedó con la presea de plata gracias a los 14,48 metros que impuso, mientras que el bronce fue para la cubana Liadagmis Povea con 14,44 metros.
Desde su primer salto, la mejor atleta de Colombia comenzó a marcar diferencia cuando impuso una marca 14, 66 metros. Caterine estaba fina, por eso en el segundo salto desató el delirio cuando marcó 14,77 metros, que dejó a muchos con la boca abierta.
Era la noche de Caterine, estaba inspirada. En el tercer salto, los aplausos se escucharon más fuertes, y en la pista, la colombiana volvió a superar su registro, esta vez con un 14,79. Así confirmó que estaba para grandes cosas. En el cuarto intento, Ibargüen siguió con un buen registro marcando, un 14,76. Sin embargo, lo mejor estaba por venir.
Como lo bueno se hace esperar, Caterine sacó toda su casta en el quinto salto donde voló hasta los 14,92 metros, con lo cual ratificó su presea dorada y superó el récord centroamericano, que ella misma ostentaba desde los Juegos Veracruz-2014, cuando impuso un 14,57 en la pista de Xalapa.
Con la medalla de oro en el bolsillo, Caterine hizo su último salto, que fue nulo, pero ya eso poco importaba. Ya se había bañado de dorado y el público se rindió a sus pies. Las notas del himno nacional se escucharon en lo más alto de la cima y a todo pulmón. Todos corearon el nombre de Caterine, mientras ella se paseaba orgullosa con la bandera de Colombia por toda la pista.
Levantó sus brazos y le agradeció a toda esa fanaticada que no dejó de alentarla ni un segundo. No cabe duda de que los saltos de Ibargüen son de oro.
'Nos sobramos', fue lo que le dijo Caterine Ibargüen a todo el público barranquillero que la acompañó. Tiene razón.