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Si las Grandes Ligas de Estados Unidos son el templo del béisbol, Barcelona lo es para el polo acuático. En la ciudad de España, un colombiano ha hecho de este deporte su vida hace 14 años.  Alejandro Idárraga (Medellín 1985) cuenta que ha sobrevivido y mostrado su talento, moldeado con la astucia de un paisa. 'Nos damos cuenta los colombianos que con nuestras virtudes y debilidades explotamos, sacamos lo que llevamos por dentro'.

Idárraga, mide 1,85 metros, y en la piscina del Complejo Acuático Eduardo Movilla, donde juega el torneo ha destacado por bracear, vadear y con un movimiento atraer el balón desde el lanzamiento de un compañero. No solo lo recibe, también tiene el sello de poner su mano como pared para el rebote o a veces puya el balón con sus dedos. Es su sello para definir, de primer y empujar la pelota a la puerta.

Daniel Esforzado, seleccionador de Colombia y nacido en Barcelona, subraya las condiciones físicas y técnicas de Idárraga. Lo conoce por su trayectoria y presente que destaca por integrar el club CN de Cataluña, donde tiene contrato por los próximos dos años. 'Las tomas de decisiones son muy rápidas y lo hace porque está en Europa', precisa Esforzado.  

'Tengo la fortuna de tener compañeros jugadores muy buenos y que están pendientes de detalles de mis movimientos. Llevamos mucho tiempo jugando los veteranos de la selección desde los 13 años de edad y la suerte de conocerlos cuándo lanzarán, pedirles el balón; saben leer el movimiento y aprovechan. Hemos marcado goles así, y la jugada es bonita cuando se marca, cuando no, muchas veces se piensa porque no me tomé el tiempo', explica el antioqueño.