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La leyenda de la natación Michael Phelps volvió a referirse ayer a su batalla contra la depresión, esperando que su experiencia pueda ayudar a otros que se encuentran en su misma situación.

'Me gustaría marcar la diferencia, ser capaz de salvar una vida si puedo. Para mí eso es más importante que ganar una medalla de oro', dijo en una entrevista con la CNN.

Phelps se colgó 23 preseas doradas durante su carrera, 28 en total, a lo largo de casi dos décadas, desde los Juegos Olímpicos de Sídney-2000 hasta Rio-2016.

'Fui capaz de hacer algunas cosas increíbles en la piscina pero también tuve problemas fuera de ella. Hay una parte de mi vida en la que no quería estar vivo', aseguró uno de los deportistas más importantes de todos los tiempos.

Phelps se refirió abiertamente a las depresiones que sufrió después de competir en cada uno de los Juegos, tocando fondo tras Londres-2012 al quedarse encerrado en una habitación durante días.

El nadador de 33 años, ahora casado y padre de dos hijos, explicó que su batalla con la depresión aún no ha terminado.

'Hace dos o tres semanas pasé por un pico de depresión aterrador. Esto es algo que va a continuar pasando a lo largo de mi vida', agregó. 

Phelps señaló que hablar con un terapeuta le ayudó, al igual que su mujer, Nicole. 'Mi mujer es mi todo, es mi roca y me ayuda cada día de mi vida. Definitivamente no sería quien soy sin ella. Es alguien que me ha ayudado mucho en los últimos tiempos. Me gusta quien soy, estoy cómodo con quien soy y esto es algo que no podría haber dicho hace unos años', sentenció.