Unos 60 aficionados de todos los rincones de Europa se congregaron este sábado en la localidad de Despotovac (este de Serbia), a la sombra de una fortaleza del siglo XV.
Los combates, físicamente intensos, parecen una mezcla de artes marciales y lucha medieval, y la victoria se decide por puntos.
'He combatido como boxeador y me encanta la historia, así que para mí esto es una buena mezcla' explica el francés Victor Rousseau, de 28 años, mientras se prepara para un combate de grupo.
Los duelos se remontan a siglos atrás, pero esta versión moderna del combate medieval ha ganado adeptos como deporte hace apenas una década, dentro de una competición conocida como 'Batalla de las naciones'.
Dentro de ese torneo mundial, el festival serbio dura tres días, a orillas de un río y del monasterio de Manasija.
Los participantes acuden con sus propias espadas, arcos y flechas, y campan en tiendas de campaña.
'Es maravilloso, todos estos combates y esta cultura. Una experiencia extraordinaria' explica feliz Velimir Birmanac, un espectador serbio.