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Jugadores de futsal, no profesionales, y un entrenador provisional: Dinamarca, octavofinalista en el Mundial-2018, tuvo que ingeniárselas para formar un equipo para enfrentarse a Eslovaquia este miércoles, debido a un litigio contractual con los habituales titulares.

Con un capitán y delantero que juega en tercera división danesa, Christian Offenberg, este curioso equipo cayó por un digno 3 a 0 en el duelo amistoso disputado en Eslovaquia.

Ahora deberá disputar el primer partido de Dinamarca en la nueva Liga de Naciones B, el domingo ante Gales, en la segunda categoría del nuevo torneo de la UEFA.

El conflicto entre los principales futbolistas daneses y su Federación se refiere a los derechos de imagen. El seleccionador Ade Hareide anunció el martes que no entrenaría a un equipo que no ha elegido.

'Debemos jugar esos dos partidos internacionales para evitar pagar millones de multa y una posible exclusión de nuestra selección nacional durante varios años', explicó Kim Hallberg, el presidente de la Federación Danesa de Fútbol.

'En el nombre de la Federación y del fútbol danés, estoy feliz con que John Jesen haya aceptado la pesada tarea de ser el entrenador para estos dos partidos', añadió.

John Jesen, exmediocampista, reemplazará temporalmente al noruego Hareide.

Según las informaciones del diario Ekstrabladete, jugadores de futsal forman parte del nuevo equipo. El futsal se disputa bajo techo y en un terreno de dimensiones reducidas, con lo cual sería una solución llamativa para partidos del equipo nacional de fútbol.

En 2017, la selección femenina de Dinamarca rechazó jugar un partido de las eliminatorias para el Mundial después de un conflicto salarial.