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En un lado de la pista, un imparable Juan Martín Del Potro como el jugador más en forma de su 'torneo preferido'; en el otro, el favorito Novak Djokovic en busca de su tercer título del US Open: el argentino y el serbio chocarán el domingo en una final trascendental.

Djokovic aterriza por octava vez en la última instancia del Abierto de Estados Unidos, igualando a Ivan Lendl y a Pete Sampras, pero habiendo sido capaz de levantar solo dos trofeos hasta el momento.

Del Potro, en cambio, jugará su segunda final de un Grand Slam nueve años después de haberse coronado en Nueva York. Con el recuerdo muy vivo tras casi una década, con cuatro cirugías en sus muñecas entre medias. Con el tercer puesto de la clasificación de la ATP en juego y luego de haber cedido solo un set en todo el evento. Sin nada que perder.

'Va a ser un gran desafío porque he estado lidiando con muchos problemas para estar aquí ahora. Va a ser difícil, claro, pero he hecho un gran torneo y ahora en la final puede pasar cualquier cosa. Si gano estaré contento y sino también por haber hecho un gran torneo', dijo el tandilense luego de vencer en semifinales a Rafael Nadal por 7-6 (7/3), 6-2 y retiro del español por una lesión en su rodilla derecha.

El argentino firma ya la mejor temporada de su carrera deportiva tras ganar su primer Masters 1000, en marzo en Indian Wells, y plantarse en la Gran Manzana como tercero de la ATP, una posición que tendrá que defender también en la final.

Pero enfrente tendrá quizás al peor oponente posible.

Bestia negra

Djokovic aterrizará con 13 partidos invicto en Grand Slams, luego de ganar Wimbledon en julio, como campeón del Masters 1000 de Cincinnati hace tres semanas, siendo el segundo jugador con más victorias en torneos mayores en pistas rápidas (129) -solo detrás del suizo Roger Federer (179)- y con el mayor porcentaje de éxitos en esa superficie, con un 87,5% de triunfos (129-18).

'Será un partido difícil porque somos buenos amigos. Los dos queremos ganar, claro, pero Novak tiene un Wimbledon ya, está jugando muy bien y será el favorito. Pero cuando jugué contra Federer (en la final) hace nueve años también era el favorito. Intentaré dar la sorpresa de nuevo', explicó el albiceleste en conferencia de prensa.

Sin embargo, los antecedentes tampoco están de su lado: el balcánico y el argentino se han enfrentado en 18 ocasiones, con 14 victorias para el serbio.

'Nunca nos hemos enfrentado en una final de Grand Slam. Va a ser nuevo para los dos. Le tengo muchísimo respeto como jugador y como persona. Es un gran tipo, trabaja mucho, es muy respetuoso, ha sufrido mucho por las lesiones. Pero es un gran jugador. Lo ha demostrado hoy contra Nadal, también en ocasiones previas y va a ser un gran partido', señaló Djokovic.

Dos caminos diferentes

Del Potro se plantará en la final tras haber demostrado que es el jugador más en forma del campeonato, arrasando rivales a su paso, del primero al último. Solo el local John Isner, en cuartos, fue capaz de arrancarle un set, en el tie break, gracias a uno de los mejores servicios de todo el circuito.

Pero ni antes ni después tuvo dificultades para acabar con sus contrincantes, con la misma naturalidad con la que una docena de sus mejores amigos se han apoderado de la Arthur Ashe con sus cánticos pegadizos y sus gritos de ánimo.

'Siempre ha tenido una gran derecha y un gran saque. Su juego gira en torno a ello. Para alguien de su altura, se mueve y se anticipa muy bien en la pista. Es un jugador inteligente, prepara bien sus tácticas y basa su juego en su derecha y sus saques, tiene quizás una de las mejores derechas de todos los tiempos', apuntó Djokovic.

El serbio, en cambio, ha sido víctima del calor asfixiante que ha asolado Flushing Meadows en las últimas semanas, teniendo que recurrir al médico en dos de sus encuentros, sufriendo y mostrándose vulnerable... hasta las semifinales, en las que ya sin las temperaturas extremas de días previos pasó como un vendaval por encima del japonés Kei Nishikori.