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El británico Anthony Joshua, campeón AMB, FIB y OMB de los pesos pesados, pondrá sus cinturones en juego contra el ruso Alexander Povetkin, en un último test difícil antes del futuro combate esperado a principios de 2019 contra el campeón del CMB, el estadounidense Deontay Wilder.

Joshua, que tendrá la ventaja de la talla y envergadura, calificó de 'bendición' este regreso al estadio de Wembley, delante de su público,y tratará de nuevo de responder a la expectativas de las 90.000 personas que han comprado entradas.

En su victoria en marzo en Cardiff contra el neozelandés Joseph Parker, campeón OMB, unos 78.000 espectadores vieron que por primera vez no logró terminar el combate antes del final del duodécimo y último asalto.

'En la categoría de los pesos pesados, (los boxeadores) no son solo talentosos, sino que un simple golpe puede cambiar el curso del combate. Conocemos todos esta historia', insistió el miércoles el británico de 28 años, consciente de la seria amenaza que representa su rival este fin de semana.

Campeón de la AMB de 2011 a 2013, Povetkin, también campeón del mundo y olímpico en la categoría de aficionados, cuenta con 34 victorias en 35 combates, 24 de ellos terminados antes del límite.

A sus 39 años, solo ha conocido una derrota en profesionales, a los puntos en octubre de 2013 contra el antiguo dominador de la categoría, el ucraniano Wladimir Klitschko, a quien Joshua desposeyó de sus cinturones en abril de 2017.

Controles a Povetkin. Povetkin, antiguo kickboxer, también dio dos veces positivo, la segunda al meldonium en mayo de 2016 cuando debía enfrentarse a Wilder en Moscú.

Sin querer tomar ningún riesgo, el equipo de Joshua pagó los varios tests antidopaje exhaustivos pasados por Povetkin antes de este combate.

'Tiene gran potencia en el golpeo, con grandes triunfos por KO en su palmarés, por lo que me corresponde a mí cuidar todo eso', dijo Joshua, asegurando que el ruso 'podría tener el mejor gancho de izquierda del mundo'. 'Pero si le golpeo de forma permanente, ello podría pararlo', indicó.

'Sus bazas deben ser controladas, debo aniquilarlo desde el principio', afirmó Joshua, que eligió voluntariamente alargar la fecha de su choque contra Wilder, poseedor del título CMB desde enero de 2015.

Por su parte, el estadounidense se enfrentaría en noviembre o diciembre en Las Vegas al británico Tyson Fury, que regresa tras haber sido desposeido de sus títulos AMB, FIB y OMB, conquistados en noviembre de 2015 frente a Klitschko.

Los dos campeones actuales deben pasar un obstáculo de talla antes de aspirar a una bolsa de varias decenas de millones de dólares cada uno por su enfrentamiento esperado desde hace mucho.