Tiger Woods, uno de los mejores golfistas de todos los tiempos, no tiene un buen historial en la Ryder Cup. En siete participaciones solo ganó una vez, en 1999.
Este fin de semana en París, en la 42ª edición del torneo que enfrenta a Europa y a Estados Unidos, en Saint Quentin en Yvelines, cerca de la capital francesa, quiere acabar con ese desamor con el torneo más prestigioso de golf.
'Mirando hacia atrás en mi historial en la Ryder Cup, no es algo con lo que disfrute o que me guste recordar', afirmó ayer en rueda de prensa en Francia el jugador estadounidense.
Desde su primera participación en Sotogrande (España) en 1997, Tiger ha jugado 33 partidos con Estados Unidos en la Ryder, ganando solo 13, perdiendo 17, con tres empates.
Ese balance negativo puede explicar, en parte, el dominio europeo en los años 1990 y 2000.
Aunque en individuales ha ganado cuatro partidos, ha empatado dos y solo perdió una vez, contra el italiano Constantino Rocca en 1997.
En 1999 ganó su única Ryder, en Brookline, aunque hace dos años, en Minnesota, siempre en Estados Unidos, ganó el trofeo como vicecapitán de Davis Love III, pero no como jugador, al no disputar los partidos.
'No lo hemos hecho bien. El año que ganamos en 2008 yo estaba lesionado. Tenía que reconstruir mi rodilla operada tras el U.S. Open y no jugué', explicó Tiger.
El golfista californiano de 42 años, ganador de 14 torneos ‘mayores’, se perdió las ediciones de 2008 y 2014, volviendo en 2016, aunque sin jugar.
Vicecapitán en 2016. 'Fui vicecapitán hace dos años, pero es diferente ganar como jugador. Fui parte del equipo, ayudando a los chicos en todo lo que necesitaran para que se sintieran cómodos. Conducirlos a las mejores circunstancias para que hicieran su mejor golf', explicó el golfista norteamericano.
'Como jugador es diferente porque te concentras en adaptarte a tus compañeros y ganar tus puntos. En el puesto de vicecapitán tienes tantas cosas a tu cargo que era todo distinto', añadió.
Tiger quiere cambiar su mala racha en suelo francés este fin de semana.
'Mi récord negativo en el historial de la Ryder Cup, sin ganar desde 1999, es algo que espero cambiar', afirmó.
Pero los precedentes no son muy buenos ya que Europa ha ganado ocho de las once últimas ediciones y Estados Unidos no se impone como visitante desde 1993.
'No hemos ganado en Europa desde hace 25 años por lo que esperamos cambiar eso también esta semana', explicó Woods.