El 2018 ha sido para la medallista olímpica Caterine Ibargüen un año de ensueño en donde consiguió coronarse por quinta vez consecutiva como campeona de la Liga de Diamante.
A sus triunfos se suman los conseguidos en el mes julio cuando logró quedarse con dos preseas doradas en las modalidades de salto largo y triple de los Juegos Centroamercianos y del Caribe que se desarrollaron en Barranquilla.
No obstante, el objetivo de la atleta nacida en Apartadó (Antioquia) son los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, por los que viene trabajando y tiene toda la concentración puesta para tener una muy buena preparación física y psicológica que le permita enfrentar esas justas y conseguir nuevamente la medalla de oro.
'Ha sido un año magnífico, sensacional y estoy contenta porque lo que habíamos planificado se consiguió y el balance lo tuvimos en un 100 por ciento, tanto en la prueba de salto tripe como en salto largo. Tengo que agradecer el apoyo del Comité Olímpico Colombiano, Coldeportes y todas las entidades y personas que hacen realidad esta preparación para lograr estos triunfos'.
Caterine, que maravilló a Barranquilla en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, tiene claro cual es su objetivo a largo plazo.
'Me estoy preparando de una forma muy fuerte y hemos estado trabajando todos estos años con miras a lo que va ser Tokio, perfeccionando todo para que cuando estemos ahí poder tener las menores dudas y errores posibles y por eso estamos realizando un gran trabajo para que, si Dios quiere, y es mi gran objetivo, volver a ser campeona olímpica'.
En este año, la ‘Diosa de ébano’ puso una nueva marca para el país con los 6.93 metros en la Copa Intercontinental de la IAAF en salto largo.
'Conseguir esta marca fue super chévere, pero creo que es lo que hace parte de lo que ha sido mi resultado deportivo de querer siempre más. Quería llegar a los 7 metros pero quedé muy contenta y satisfecha por la oportunidad al lograr una muy buena marca, que es el récord nacional de nuestro país'.