No hay espacio para la duda ni para el error. Tomás Díaz, entrenador de Los Titanes de Barranquilla, detiene una y otra vez el entrenamiento en el coliseo Elías Chegwin. Sus pupilos, mañana y el jueves, tendrán sus dos primeros juegos en la Liga Profesional de Baloncesto enfrentando a los siempre competitivos Warriors de San Andrés. Un duro reto.
El cartagenero, medalla de plata como timonel colombiano en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, se altera cuando las cosas no salen y aplaude cuando el colectivo funciona. Las piezas de este quinteto apenas están engranando y no quieren defraudar a la afición de ‘La Arenosa’.
'Estamos enfocados en lo que podamos hacer nosotros. Estos primeros juegos son peligrosos porque no sabes a qué te enfrentas, qué te van a traer y qué tan bien pueden reaccionar tus jugadores. Es un partido de cuidado, este primero porque vamos a jugar a ciegas, pero confiado en el trabajo que haremos', destacó Díaz a EL HERALDO.
Rapidez, tanto a la hora de defender como a la hora de pisar el área rival. Eso le pide Díaz a sus jugadores.
'Lo importante es que lo jugadores entiendan el juego, las cosas básicas de defensa y ataque. Lo demás fácilmente puede ser adaptado'.
Los Titanes, que este lunes entrenaron con 11 jugadores y esperaban a cinco refuerzos: Luis Blandón, Juan David Vanegas y los estadounidenses Troy Jones, Michael Sneed y Xavier Roberson, están adquiriendo agresividad en su juego, otro de los códigos que les inserta Díaz a su filosofía de juego.
'Me gusta que el jugador se desprenda del ‘yo’ y juegue en equipo. Este es un deporte de contacto. El juez dice hasta dónde puede llegar el contacto y a mí me gusta jugar al límite. Dejarle la duda al juez y nosotros seguir haciendo nuestro trabajo. Si eres blando en este deporte estás destinado a desaparecer', concluyó el timonel.
Los Titanes, equipo con jugadores que saltarán a la rama profesional y donde muchos apenas alcanzan las dos décadas de edad, esperan estar a la altura de un público exigente que volverá a vibrar con la pelota naranja tras 15 años.