Los Juegos Centroamericanos y del Caribe marcaron un antes y un después en la historia de Barranquilla. La construcción y remodelación de nuevos escenarios deportivos como el diamante Édgar Rentería, el coliseo Sugar Baby Rojas y el coliseo Elías Chegwin despertaron el espíritu deportivo de una ciudad acostumbrada a gozar con la actividad física.
En las esquinas no solo se habla del Junior y su anhelada octava estrella en la Liga Águila o su instancia decisiva en la Copa Sudamericana; ahora el menú deportivo se amplió con el exquisito juego de los Titanes en la Liga Profesional de Baloncesto, la imbatibilidad del Independiente Barranquilla jugando en casa en la Liga Argos Futsal y del promisorio retorno de los Caimanes en la ‘pelota caliente’.
'Vuelve Barranquilla a sus orígenes. Era la ciudad deportivamente con más opciones. Aquí se jugaba basquetbol, béisbol, fútbol, se hacían veladas de boxeo. A diferencia de Santa Marta que solo era fútbol, o de Cartagena que era solo béisbol. Aquí teníamos todo. Barranquilla siempre ha sido la ciudad con más diversificación en deportes de masas. Aquí hay gente para todo y es bueno que suceda todo esto en Barranquilla porque se había perdido por un tiempo', expresó José Víctor De Castro, presidente de la Liga de Béisbol del Atlántico.
La ‘Puerta de Oro’ de Colombia no solo fortaleció sus equipos deportivos sino que también se convirtió en el epicentro de grandes eventos. El equipo colombiano de Copa Davis apostó, en abril pasado, por el calor de Barranquilla para enfrentar y superar por primera vez a Brasil en este certamen.
Este mes de octubre seguirá teniendo a la Arenosa como sede de varios eventos de orden nacional e internacional. A partir del 16 y hasta el 21 se realizarán los Abiertos Nacionales Paralímpicos con 1.117 deportistas, y el 19 comienza en el diamante Édgar Rentería el Mundial sub-23 de Béisbol con la participación de 12 países, incluido Colombia. Sin duda alguna Barranquilla respira deporte.