Los Medias Rojas de Boston perdían por cuatro carreras tras la sexta entrada pero acabaron imponiéndose 9-6 anoche a los Dodgers de Los Ángeles para acariciar su noveno título de Serie Mundial al adelantarse 3-1 en la final de las Grandes Ligas.
El mánager de los locales, Dave Roberts, retiró al lanzador Rich Hill luego del sexto inning y lo pagó caro, con hasta nueve anotaciones encajadas al final.
En la séptima entrada, Mitch Moreland firmó un cuadrangular de tres carreras por Boston, en la octava Steve Pearce la mandó nuevamente por encima del muro en solitario y, en la novena, llegó el definitivo descalabro para los angelinos, con hasta cinco rayas permitidas que neutralizaron el vuelabarda de tres carreras en el sexto inning del cubano Yasiel Puig.
'(Mis jugadores) son geniales. Adoro a mi equipo. Son muy talentosos, entienden que los partidos se terminan en nueve o en 18 innings. Les encanta jugar al béisbol. Lo llevan haciendo desde la pretemporada. Han sido muy consistentes desde entonces y ahora estamos en esta posición', valoró el mánager puertorriqueño de los Red Sox, Alex Cora tras el triunfo.
Los locales se permitieron soñar en su último turno con el bate, con un nuevo jonrón de dos anotaciones del puertorriqueño Kiké Hernández que ponía el 6x9, pero terminaron cediendo un triunfo que sintieron suyo durante unos minutos.
'Es una derrota dura. Cualquier derrota en una Serie Mundial es difícil, obviamente, pero ahora estamos en una situación de vida o muerte', dijo por su parte el piloto de los californianos, Dave Roberts.
Los Medias Rojas pueden sellar su victoria en la Serie Mundial este mismo domingo en el Dodger Stadium, cuando se dispute el quinto juego a partir de las 7:15 p.m.