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Un pedacito del pasado de Santiago Solari es rojiblanco. El argentino de 42 años de edad, que acaba de ser nombrado técnico interino del Real Madrid, pasó por Barranquilla durante los tres períodos que su padre, Eduardo Solari, tuvo en Junior como jugador (1977), preparador físico (1983) y entrenador (1986). 

Su familia se encuentra tatuada en la historia del club barranquillero y contribuyó a enriquecerla. Su papá vivió tres ciclos exitosos con los Tiburones, resultó campeón como un fogoso volante de marca en 1977, subcampeón como un revolucionario preparador físico en 1983 (cuando su hermano Jorge ‘el Indio’ Solari era el técnico) y líder del torneo del primer semestre de 1986 en calidad de entrenador. ‘El Indio’ además fue preparador físico de José Varacka (q.e.p.d.) en el glorioso 1977.

Santiago, destacado exvolante que pasó por River Plate, Atlético de Madrid, Real Madrid, Inter, San Lorenzo, Atlante y Peñarol, es el mayor de los cinco hermanos que florecieron del amor entre Eduardo y su esposa Alicia Poggio. Los otros son el exdelantero Esteban Solari, la modelo y actriz Liz María, el contador Martín y el atacante David Eduardo (actualmente Othellos Athienou FC de Chipre). 

Liz María, en 1983, y David Eduardo, en 1986, nacieron en Barranquilla en las dos últimas ocasiones que Eduardo Solari pasó por los rojiblancos.

‘El Indiecito’, apodo que le pusieron por el de su tío Jorge, tenía solo un añito cuando su padre dio la vuelta olímpica con Junior en 1977. Ya con siete y 10 años, en el segundo y tercer ciclo de su progenitor en la institución caribeña, estudió en el colegio Sagrado Corazón, se vestía con la camiseta rojiblanca y entraba a la cancha (como se ve en la foto).   

'Tengo grandes recuerdos de Barranquilla', ha dicho en varias oportunidades el ahora timonel del cuadro merengue.

'Recuerdo mucho mi paso por Junior, sobre todo a la afición. Encontré una casa alegre, simpática, con gente que es muy especial, un gran equipo con un presidente ejemplar como Fuad Char. Fueron momentos esplendorosos, con gente maravillosa y talentos enormes como ‘la Bruja’ Verón y todos los locales que fueron campeones en 1977. Después me tocó como preparador físico, en el 83, y entrenador, en el 86. Junior me dio grandes satisfacciones como profesional. Me sentía parte de un lugar en el que no nací y eso es especial', dijo Eduardo Solari en una entrevista concedida a EL HERALDO en marzo de 2015.