El empresario uzbeko Gafur Rakhimov fue elegido este sábado como presidente de la Federación Internacional de Boxeo (AIBA), a pesar de las preocupaciones al respecto del Comité Olímpico Internacional (COI), que amenazó con excluir este deporte de los Juegos de Tokio-2020 si él se imponía en la votación.
En el segundo día del Congreso de la AIBA en Moscú, Rakhimov recibió 86 votos de los 134 contabilizados, superando a su rival en estas elecciones, el exboxeador kazajo Serik Konakbayev, constató un periodista de la AFP.
La votación fue retrasada varias horas debido un problema con el sistema electrónico que utiliza la Federación. Finalmente tuvo lugar con papeletas secretas, tras una búsqueda contrarreloj de una urna.
Antes de la votación, Rakhimov afirmó en un discurso que 'el boxeo estará evidentemente en los Juegos Olímpicos de 2020, en los de París en 2024 y en los de Los Angeles en 2028', asegurando que ello 'no tiene nada que ver con la elección' del presidente de la organización.
Gafur Rakhimov, de 67 años, es una figura muy controvertida. Ha sido calificado como un 'gran criminal' en su país natal por el Departamento del Tesoro estadounidense, lo que llevó al COI a congelar sus relaciones con la AIBA, después de que el uzbeko fuera designado presidente interino en enero.
El COI cortó sus ayudas financieras a la AIBA y amenazó con excluir al boxeo del programa de los Juegos de Tokio-2020 en caso de que Rakhimov fuera elegido en Moscú.
Rakhimov niega las acusaciones del Tesoro estadounidense.
'Nunca he estado implicado en organizaciones criminales internacionales', se defendió en octubre en declaraciones a la AFP, denunciando que las acusaciones 'falsas' fueron 'fabricadas por el anterior régimen' en Uzbekistán.
Salvar el boxeo
Consciente de la amenaza que pesa sobre el boxeo, un deporte histórico de los Juegos Olímpicos, Rakhimov había presentado el viernes una propuesta para que se autorice al presidente a retirarse temporalmente de su puesto. Eso le permitiría, por ejemplo, dar un paso atrás cuando tengan lugar las grandes competiciones, intentando evitar con ello un castigo al boxeo.
Sin embargo, esa propuesta fue rechazada por los delegados del Congreso, al no reunir la propuesta los dos tercios de apoyos necesarios.
El oponente de Rakhimov, el exboxeador kazajo Serik Konakbayev, había visto inicialmente su candidatura rechazada porque su carta con los avales requeridos llegó fuera de plazo, pero había sido devuelto a la carrera electoral el martes por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
'Estamos aquí para salvar el boxeo', había declarado Konakbayev antes de la votación, asegurando que se trataba del 'día más importante de la historia de la AIBA'.
En los días previos, Konakbayev había señalado que 'la primera de las prioridades debe ser reparar la relación con el COI'.
Gafur Rakhimov asumió la presidencia interina de la AIBA, de la que era vicepresidente, en enero de 2018, pero la crisis de gobernanza de la Federación Internacional de Boxeo viene de lejos.
El anterior presidente, el taiwanés Ching Kuo Wu, había sido suspendido y luego forzado a la dimisión, acusado de haber puesto a la AIBA 'al borde la bancarrota' debido a 'una mala gestión financiera'.