Un récord decepcionante, una defensa que hace agua, dudas alrededor del cuerpo técnico y la exigencia habitual en un equipo de LeBron James: Los Angeles Lakers han comenzado la temporada de la NBA con más interrogantes que certezas y no parecen dar con la tecla a pesar de contar con el jugador más dominante del planeta.
'No querrán estar cerca cuando pierda la paciencia, en serio', avisó el alero hace apenas unos días cuando los californianos cayeron 120-124 ante los Minnesota Timberwolves en uno de los seis encuentros que han perdido hasta la fecha (4-6).
'Hablamos de paciencia pero no podemos repetir lo mismo una y otra vez. Si haces lo mismo una vez tras otra y esperas un resultado diferente', agregó James ese día.
El domingo, frente a los Toronto Raptors, demostraron que están lejos de poder competir con las mejores franquicias de la liga al sucumbir 107-121 ante un cuadro que dio descanso a Kawhi Leonard, su mejor jugador.
La humillación fue aún mayor cuando, tras el final del primer cuarto, los locales arrastraban un déficit de 25 tantos (17-42), la mayor desventaja de su historia en el parcial inaugural de un partido.
'Simplemente salieron y nos golpearon directamente en la mandíbula', señaló el ex de los Cavaliers y los Heat tras su peor partido con la casaca púrpura y oro al acabar con 18 puntos, seis asistencias y dos rebotes.
Paciencia
Paciencia. La palabra más repetida desde el comienzo de la campaña en el círculo de los Lakers, pero, tras 10 encuentros, los resultados han decepcionado a todos, incluyendo al presidente del equipo Magic Johnson, quien mantuvo una reunión con el técnico Luke Walton la semana pasada para exigirle una mejora.
La prensa estadounidense lo interpretó como un ultimátum: Walton, exjugador de los Lakers, no fue contratado por la actual dirigencia y se encuentra en su primer trabajo como máxima autoridad de un equipo.
'No estamos en eso. Es nuestro entrenador y como tal le apoyamos', le ratificó Magic Johnson cuando le preguntaron por la seguridad en el puesto del técnico.
Antes de que LeBron aterrizara en julio, el proyecto giraba en torno al crecimiento de Walton junto a la base de la escuadra, formada por jugadores prometedores ‘drafteados’ en los últimos años como Brandon Ingram, Kyle Kuzma, Lonzo Ball o Josh Hart.
Sin embargo, James lo cambió todo. Los angelinos ficharon a una pléyade de veteranos a continuación y el futuro se tornó en presente. Inmediato. LeBron cumplirá 34 años en diciembre y, tras disputar las últimas ocho Finales de manera consecutiva, no tiene tiempo que perder.