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El ala-pívot de los Golden State Warriors Draymond Green zanjó ayer la polémica con el alero Kevin Durant al asegurar que han resuelto sus diferencias tras una acalorada discusión en la que acabó suspendido el martes por 'comportamiento perjudicial hacia el equipo'.

'Kevin y yo hemos hablado, seguimos hacia adelante. No es ningún secreto que soy un jugador emocional. Llevo mis emociones en las venas y juego con esas mismas emociones', explicó ayer ante los medios.

'A veces sacan lo mejor de mí y otras no me hacen ningún favor. Voy a vivir con ello. No voy a cambiar nunca quién soy, voy a enfocar el juego como siempre lo hago y continuaremos hacia adelante', añadió.

Durant recriminó el lunes a su compañero al final del tiempo regular frente a Los Angeles Clippers que no le hubiera pasado la pelota y Green le contestó con insultos, según la prensa estadounidense.