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Juan Carlos Ramírez fue uno de esos volantes que vino del interior a ganarse con trabajo y esfuerzo el corazón del hincha rojiblanco. Dejó huella, a pesar que no ganó títulos, y en lo personal disfrutó al máximo esos tres años vestido de rojiblanco.

El exjugador antioqueño, de 46 años, que se retiró del fútbol en 2012, es uno de los tantos futbolistas que tuvo la oportunidad de jugar en Junior y Medellín, los dos equipos finalistas de la Liga Águila II-2018. 

Ramírez aprovechó el diálogo con EL HERALDO para analizar la final, en la que tiene como favorito al Junior, pero en la que apoyará a ambos equipos, por la importancia que los dos tienen en su vida como profesional.