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Con una mezcla de tristeza y de ilusión, los hinchas en España de River Plate y Boca Juniors se vuelcan para disfrutar en vivo de la superfinal de la Libertadores, un partido histórico que solo esperaban ver por televisión.

'Es el partido que uno sueña de chico, de toda la vida. No me puedo creer que lo pueda ver'. Desde Barcelona, Marcos Campos apenas puede ocultar la sonrisa cuando piensa que el domingo estará en el estadio Santiago Bernabéu.

Viajará el sábado por la noche junto a más de 200 aficionados de River Plate en cinco autobuses fletados por la peña de aficionados del club 'millonario' en la ciudad catalana, uno de los principales destinos de los argentinos en España.

El alto número de argentinos en el país --más de 115.000 nacidos allí según la estadística oficial-- fue determinante en la decisión de la Conmebol de trasladar el partido a Madrid tras los incidentes ocurridos en Buenos Aires.

De las 25.000 entradas reservadas a cada club, 20.000 están destinadas para los argentinos residentes en el extranjero.

'Llevamos una semana haciendo de todo': fletar autobuses, atender dudas de sus socios, recaudar dinero, preparar las pancartas y la animación, explica Matías Davico, presidente de Filial River Plate Barcelona.