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Los New England Patriots de Tom Brady ganaron este domingo el Super Bowl 53 al derrotar 13-3 a Los Angeles Rams en Atlanta y se convirtieron en el equipo y quarterback más condecorados de la historia de la NFL con seis títulos de campeón.

Brady, con seis triunfos en nueve finales, agrandó su leyenda como el jugador con más títulos, mientras que los Pats empataron el récord de equipo, igualando a los Pittsburgh Steelers.

La final estuvo marcada por las férreas defensas de ambos equipos, que dominaron la contienda hasta el último cuarto, cuando Brady sacó su magia en un drive determinante de 69 yardas en tres minutos, materializado por el corredor novato Sony Michel con el único touchdown del partido.

- Muros infranqueables -

Mientras todos señalaban en las previas a Brady y a su homólogo de los Rams, Jared Goff, las que aparecieron fueron las zagas de ambos equipos, neutralizando cada ataque rival y generando frustración en ambas ofensivas.

Ni el técnico prodigio de los angelinos, Sean McVay, ni un Bill Belichick que se siente cómodo con ese tipo de encuentro, dieron en un principio con la tecla para desarticular las telas de araña de sus oponentes.

Así, Brady se unió a Jim Kelly y Ron Jaworski como los únicos mariscales de campo en ser interceptados en su primer pase en la historia del Super Bowl, y Stephen Gostkowski erró un gol de campo de 46 yardas a continuación para los de Nueva Inglaterra.

El kicker no falló su siguiente intento y el choque se marchó al descanso con un escueto 3-0 en el segundo partido con menor anotación en la historia de la final, después del 2-0 de los Steelers a los Vikings en la novena edición, en 1975.

Goff parecía acusar el escenario y los Rams contabilizaban solo 57 yardas totales, el registro más bajo desde que McVay se hizo cargo del equipo hace dos temporadas.

Los Patriots, mientras, volvían a dejar a cero a su segundo rival consecutivo luego de hacer lo propio contra los Kansas City Chiefs en la anterior instancia.

Las dos mejores ofensivas del campeonato, en blanco en los primeros 30 minutos de juego frente al cuadro de Belichick, donde solo el receptor Julian Edelman logró destacar antes del descanso con escapadas de mérito.

- Una leyenda única -

El grupo Maroon 5 y el rapero Travis Scott amenizaron el entretiempo con un espectáculo musical tan seguido como el propio partido, pero nada pareció cambiar tras el descanso.

Greg Zuerlein puso el 3-3 para los Rams con un field goal de 53 yardas en el tercer cuarto y, con el paso de los minutos, Goff aparentemente empezó a asentarse sobre el terreno de juego.

Sin embargo, fue Brady el que volvió a emerger junto a los veteranos Edelman -declarado Jugador Más Valioso del Super Bowl- y Rob Gronkowski cuando los suyos más lo necesitaban. Porque un último cuarto de fútbol americano es para Brady como los compases finales de un partido de la NBA para Michael Jordan o un domingo para el golfista Tiger Woods.

En tres minutos y solo cinco jugadas, Brady avanzó hasta las dos yardas de sus oponentes ayudado por una gran atrapada del ala cerrada Gronkwoski, y dejó el balón en bandeja para que Michel acarreara el 10-3 que acabaría siendo definitivo.

En su intento desesperado por remontar, Goff fue interceptado, Gostkowski selló el 13-3 y los Patriots pusieron el broche de oro a una dinastía que comenzó para ellos en 2002 y que, casi dos décadas después y tras un inicio de campaña titubeante, lograron agrandar.