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El cadáver del futbolista Emiliano Sala, fallecido en un accidente aéreo entre Nantes y Cardiff el 21 de enero, arribó a Buenos Aires este viernes por la mañana, para luego ser traslado a su pueblo Progreso donde será homenajeado el sábado.

'Es un día tristemente histórico para Progreso, lo que vivimos jamás lo imaginamos, seguimos choqueados', dijo a la AFP Daniel Ribero, presidente del club San Martín de Progreso, donde Sala jugó durante diez años.

Tras la identificación formal la semana pasada del cuerpo del futbolista argentino, rescatado de entre los restos de la aeronave en el fondo del mar tras siniestrarse en el Canal de la Mancha, las autoridades británicas dieron luz verde a la restitución del cuerpo a la familia.

Los restos del delantero de 28 años son esperados a las 09H05 locales (12H05 GMT) en el aeropuerto internacional de Ezeiza, que sirve a Buenos Aires, en un vuelo de British Airways que partió de Londres.

El ataúd será trasladado a la ciudad de Santa Fe (centro-este), donde el cuerpo será velado, y el sábado en la mañana será llevado por tierra a Progreso, a unos 81 km, donde se le realizará un homenaje.

La mayoría de los 3.000 habitantes de Progreso tienen previsto colocar una flor en el ataúd de su héroe, que jugó para el club San Martín de ese pequeño pueblo.

Como símbolo, el homenaje se planea en el gimnasio del club, donde Sala asistía cada vez que visitaba Progreso.

'La última vez que vino, durante la Copa del Mundo en Rusia, nos pidió permiso para hacer un asado en el club', dijo Ribero, admirando la sencillez del jugador.

Un humilde goleador

El Nantes de Francia, donde Sala jugaba desde el verano de 2015, y el Cardiff, que había anunciado su fichaje por 17 millones de euros el 19 de enero de este año, enviaron delegaciones a Argentina para acompañar a la familia en las honras fúnebres.

Nicolas Pallois, defensor y mejor amigo del argentino, y el secretario general del Nantes, Loïc Morin, representarán al club francés.

Por el club galés, el entrenador Neil Warnock y el director general Ken Choo estarán presentes en Progreso.

Hijo de un conductor y madre ama de casa, Emiliano Sala comenzó con los adultos mayores de San Martín de Progreso a la edad de 15 años antes de unirse al Proyecto Crecer, la escuela de fútbol creada por el club francés Burdeos en la provincia argentina de Córdoba.

'Era un muchacho delgado, solo tenía 15 años, pero sentimos que tenía un futuro, y le encantaba entrenar. Mientras sus amigos iban a comer un asado, él iba a correr', dice Daniel Demonte, entrenador del equipo de reserva de San Martín de Progreso.

Cedido a diferentes clubes (Orléans, Niort y Caen), Sala encadenó goles pero no llegó a imponerse en el Burdeos, que lo traspasó al Nantes en 2015 por un millón de euros.

Con los Canarios ofreció su mejor versión, sobre todo esta temporada, en la que mostró gran efectividad, atrayendo a clubes de mayor potencial.

Su fichaje por el Cardiff había sido un duro golpe para el técnico Vahid Halilhdzic, delantero histórico del Nantes en los 80, que había creado un vínculo muy fuerte con el jugador.

'Es un chico muy cercano, muy trabajador', señalaba el técnico franco-bosnio, con el que Sala ofreció su mejor rendimiento.

En el Cardiff el espigado jugador, de 1,87 metros, había fichado por tres temporadas y media.

'Es difícil, pero es importante, fue la gloria del club, el año pasado fue a ver a los niños en un entrenamiento, fue generoso', asegura Alexis Lovato, un técnico en aire acondicionado.

'Nunca olvidó de dónde venía, podría haber elegido otros destinos en el mundo, pero siempre cada vez que podía venía a Progreso', comenta.

El sábado, después del homenaje en Progreso, el cuerpo de Sala será nuevamente trasladado a una funeraria en Santa Fe para su cremación.