El idioma es distinto y el clima lo es aún más, pero hoy París, la Ciudad Luz, y Las Gardenias, un barrio ubicado en el sur de Barranquilla, tienen un lazo que los coliga, el breakdance. Este jueves, los organizadores de los Juegos Olímpicos 2024 en la capital francesa, destaparon ante el COI (Comité Olímpico Internacional) una serie de deportes y disciplinas que desean vincular como invitadas en las justas, una de ellas, la danza acrobática surgida de la cultura hip-hop. Sumada a la escalada, el surf y el skate, actividades que ya tienen su tiquete en Tokio-2020.
Leafar Arrieta, de 29 calendarios, perdía la guerra con la droga y la delincuencia. Sin pensarlo, el camino fácil lo estaba arrastrando a un callejón oscuro y sin salida, pero una pirueta sobre el pavimento enderezó su senda. Hace cinco años llegó al barrio Las Gardenias y hace tres creó la Fundación ‘Pazion Crew’ con la ilusión de enderezar a esos jóvenes que se dejan seducir por lo dañino.
'A los 17 años pensé que mi vida había terminado. Tenía la esperanza perdida. Yo anduve en pandillas, en drogas. Conocí a un amigo que bailaba breakdance y al cumplir los 18, me dediqué a esto. Yo decía que no podía hacer esos trucos, esas jugadas. Decía que era imposible, pero esto me libró de todo lo malo. Cuando vi la problemática acá en el barrio, la falta de valores, pensé que en esta cultura, que los hace respetar, y que te enseña buenos modales, podía encontrar la salida', rememora Leafar (Rafael al revés).
Y así fue. Son 50 los jóvenes que se han ceñido a la fundación, tomando el breaking (otra forma de llamarlo) como un trampolín para evolucionar en una sociedad cargada de desigualdad y carente de oportunidades. 'Ahora hay muchos jóvenes que se interesaron por estudiar y por encontrar un lugar en el mundo'.
París se vislumbra como ese bálsamo de felicidad y esa meta para estos chicos y chicas que están en proceso de convivencia en una propiedad horizontal o que se recargan de valor para darle la espalda a esa droga que intenta rozar el cutis.