Excluir a la atleta sudafricana Caster Semenya de las pistas de atletismo por producir demasiada testosterona de manera natural sería tan poco justificable desde el punto de vista científico como no permitir jugar a baloncesto a una persona muy alta, consideraron este jueves dos investigadoras en pleno debate sobre esta cuestión.
'Llegar a ser un o una gran atleta requiere miles de horas de entrenamiento, concentración, disciplina, equipamiento y no sería científico excluir a un deportista o una deportista en base únicamente al factor genético', declaró a la AFP Cara Tannenbaum, profesora de Medicina y Farmacia en la Universidad de Montreal (Canadá).
Esta experta firma junto a la doctora Sheree Bekker, de la Universidad de Bath (Inglaterra), un artículo en la prestigiosa revista británica BMJ sobre el caso Semenya, antes de que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) se pronuncie a finales de abril en el contencioso que enfrenta a la atleta y a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
El TAS informó este jueves que anunciará la sentencia a finales de abril, un mes más tarde de lo previsto, después de que en 'la audiencia del 18 al 22 de febrero pasado, las partes entregaron documentos complementarios'.
La doble campeona olímpica de 800 metros rechaza una normativa de la IAAF, que impone a las mujeres 'hiperandrógenas' reducir, con medicamentos, sus niveles de testosterona para participar en pruebas internacionales (desde los 400 metros a la milla).
La IAAF estima que este alto nivel de testosterona (una hormona masculina utilizada también como producto dopante) proporciona una ventaja con respecto al resto de rivales.
Este reglamento 'amenaza con instaurar un precedente sin fundamento científico para otros tipos de ventajas genéticas', escriben las dos científicas en la BMJ.
'Si excluimos de las carreras a las mujeres atletas que genéticamente tienen altos niveles de testosterona, ¿rechazaremos también a los hombres extremadamente altos que jueguen al básquet?', se pregunta la profesora Tannenbaum en declaraciones a la AFP.
En el artículo, las dos expertas aseguran además que no se ha demostrado que los altos niveles de testosterona proporcionen una ayuda a estas atletas.
En 2017, un estudio encargado por la IAAF concluía que los altos niveles de testosterona producidos naturalmente por mujeres como Semenya les daba una ventaja 'significativa' en ciertas disciplinas.
Las dos científicas revelan que la tasa natural de testosterona entre los no deportistas están comprendidos entre los 9 y los 31 nanomoles por litro de sangre en los chicos y hombres y de entre 0,4 y 2 en el caso de las chicas y las mujeres.
Las autoras del artículo, no obstante, defienden que en el caso de las deportistas de alto nivel, las diferencias entre los dos sexos son menores y que algunas atletas pueden llegar a tener niveles superiores a la de deportistas varones.
Por este motivo, consideran 'arbitrario' y discriminatorio el límite de 5 nmol/L que quiere fijar la IAAF, por encima del cual las atletas femeninas serían obligadas a seguir un tratamiento farmacológico para reducir estos niveles. 'Este límite no es arbitrario, sino que se basa en los datos conocidos', replicó la IAAF preguntada por la AFP.