La tranquilidad con la que habla y analiza los juegos contrasta con la agresividad con la que juega el ráquetbol. Adriana Riveros, una boliviana que fue adoptada por Colombia hace cinco años, es una de las mejores exponentes de esta disciplina y hace parte del grupo de grandes atracciones que juega en el Panamericano que se disputa en el Parque de Raquetas.
Este miércoles en la mañana, en su juego de octavos de final, dejó en el camino a la dominicana Alejandra Jiménez, a quien despachó con dos sets de pizarra 15-6 y 15-4. Sin embargo, en horas de la tarde, tuvo un hueso duro de roer y no pudo seguir adelante. Paola Longoria, la mexicana y la mejor jugadora del mundo desde hace una década , la derrotó 15-2 y 15-7.
'La verdad es que el torneo es muy lindo. El nivel es bastante alto y están los mejores del mundo, hay mucho en juego. Todos le están dando duro y luchando para clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima, que es lo que queremos, y creo que lo podemos conseguir', destacó la nacida en La Paz.
Para Riveros manejar la parte mental va casi que en la misma línea de importancia con el talento. Cualquier descuido en un deporte tan rápido, puede significar una derrota.
'Definitivamente la parte mental a este nivel es importante porque todos tienen la técnica y el juego. Yo siempre trato de mantener la fortaleza y seguir cuando caigo. Es un volver a continuar', destacó la jugadora que estuvo en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 donde alcanzó una plata y un bronce, una de ellas jugando dobles con Cristina Amaya. Hoy, a la 1 p.m., enfrentan por un cupo a cuartos de final, a las venezolanas Mariana Tobón y Lilian Zea.
'En dobles siempre hemos sacado más medallas con Cristina, pero no puedo negar que me gustan mucho los sencillos porque depende de cada uno. Es como mostrar la fortaleza que llevas', agregó Riveros, quien tiene el título mundial junior alcanzado a los 18 años, como el más importante de su carrera.
La boliviana no siente dolor por celebrar con la bandera de otro país. 'Soy colombiana de corazón. No me duele celebrar por Colombia. Aquí son como mi familia y los quiero a todos', concluyó.