El Lazio conquistó San Siro con un gol del argentino Joaquín Correa, para imponerse a 1 a 0 al AC Milan y clasificarse a la final de la Copa de Italia, este miércoles en la vuelta de su semifinal, tras el empate sin goles de la ida en Roma.
El adversario del Lazio, el 15 de mayo en el estadio Olímpico de la capital italiana, será el Atalanta o la Fiorentina, que el jueves disputan su partido de vuelta de semifinales, después del empate 3-3 de la ida en Florencia.
El tanto de Correa en Milán fue el único de los 180 minutos de la semifinal.
En un contragolpe, Ciro Immobile envió un pase entre líneas que Correa recibió en el área y, con un tiro raso en el mano a mano con el arquero, logró el tanto que terminó significando el billete a la final, en el minuto 58.
El Lazio aspirará a un séptimo título en la Copa de Italia, donde se coronó por última vez en 2013. Desde entonces ha perdido dos finales, en 2015 y 2017, en ambos casos contra la Juventus.
Esta victoria permite al Lazio recuperarse del golpe sufrido el fin de semana al caer inesperadamente en casa 2-1 ante el Chievo, ya descendido y hundido durante toda la temporada, lo que complicó seriamente sus opciones de clasificarse para la próxima Liga de Campeones, ya que el equipo celeste es octavo.
El Milan tendrá ahora como gran objetivo mantener su lugar dentro de la zona Champions. Es cuarto de la Serie A, aunque igualado con el Atalanta (5º) y sólo un punto por encima de la Roma (6º), con lo cual la batalla por ese cuarto lugar, el último que permite jugar la próxima Liga de Campeones, se presenta muy abierta.
El choque entre Milan y Lazio se presentaba de alta tensión.
Unas horas antes del encuentro, un grupo de unas treinta personas, que según la prensa italiana serían hinchas del Lazio, mostraron en una plaza de Milán una pancarta en la que se leía 'Honor a Benito Mussolini'.
La pancarta llevaba las siglas 'IRR', lo que hace pensar en individuos relacionados con los 'Irriducibili', el principal grupo ultra del Lazio.
Las personas que desplegaron la pancarta llevaban el rostro cubierto e hicieron también saludos fascistas.
La pancarta fue desplegada en Piazzale Loreto, donde el cadáver del dictador italiano fue expuesto y luego suspendido por los pies en abril de 1945.