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El Atalanta de Duván Zapata y el Inter de Milán sellaron este domingo los últimos dos billetes para la próxima Liga de Campeones y enviaron al Milan a la Liga Europa, en una trigésima octava y última jornada de la Serie A que decretó el descenso del Empoli.

Fue un domingo de alta tensión, con siete equipos, el Inter, el Milan, el Atalanta, el Roma, el Empoli, el Fiorentina y el Génova, que se jugaban la vida en sus respectivos objetivos: la Liga de Campeones y la permanencia.

El que más fuerte salió fue el Milan, que obtuvo una doble ventaja en los primeros 22 minutos gracias al Calhanoglu y Franck Kessie. Ese resultado, sucesivamente recortado con el 1-2 de Francesco Vicari, metía a los milaneses en la Liga de Campeones al descanso.

De hecho, en San Siro el Inter acabó la etapa inicial con el 0-0 en el luminoso.

Mientras, el Atalanta se asustó en el minuto 21 al recibir una diana de Domenico Berardi (expulsado en el 45), pero apareció el colombiano Duván Zapata en el 35 para anotar el 1-1 y desatar la euforia de los 18.000 aficionados que acudieron al Mapei Stadium.

Pero todo cambió en pocos segundos en la reanudación. El Inter rompió la igualdad en el minuto 51 gracias a Keita Baldé, el Milan recibió el gol del 2-2 del Spal, firmado por Mohamed Fares en el 53, y en ese mismo minuto el Atalanta completó su remontada con una diana del argentino Alejandro Gómez.

El Milan recuperó la ventaja (3-2) gracias a un penal anotado por Kessie y seguía creyendo en un milagro.

El fallo de Icardi provocó un enorme susto para el Inter, ya que en el minuto 77 llegó el momentáneo empate (1-1) del marfileño Hamed Traoré, antes de que el belga Radja Nainggolan devolviera la ventaja (2-1) al cuadro de Spalletti (m.85).

El Inter jugará la Champions junto al histórico Atalanta, que selló su primera clasificación a la máxima competición continental gracias a su 3-1 al Sassuolo.