La Argentina de Lionel Messi, un equipo que vive en un constante tobogán de emociones, tendrá este viernes una nueva prueba que superar en su duelo de cuartos de final de la Copa América con Venezuela, la otrora ‘cenicienta’ de América que se le ha rebelado en sus últimos tres choques.
La Albiceleste, la selección de un país que vive el fútbol como una religión, tiene dos Mundiales y 14 Copas de América en su vitrinas. La Vinotinto, de un país donde el béisbol es el rey, nunca ha ido a un Mundial y no ha ganado ningún torneo continental, aunque su buen desempeño en los últimos años está despertando la afición por el fútbol a los venezolanos.
'Es un rival de mucha historia, el equipo es consciente de la dimensión del partido. Enfrentar a Argentina, bicampeona del mundo, que tiene al mejor jugador del mundo (por Lionel Messi)', dijo el seleccionador venezolano Rafael Dudamel en rueda de prensa previa al partido que se disputará el estadio Maracaná de Rio de Janeiro.
Esta vez las cosas escapan a la lógica y el duelo del Maracaná a las 2 p.m. está cargado de emoción.
Argentina llega por los pelos a cuartos, tras perder por Colombia 2-0, empatar con Paraguay 1-1 (el portero Franco Armani evitó la derrota al atajar un penal) y ganar a Catar.
Ese triunfo ante el campeón de Asia 'fue una descarga de confianza', admitió ayer el seleccionador Lionel Scaloni.