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Suelen decir en Argentina que Dios es argentino, recordando a Diego Maradona, pero los brasileños pueden haber encontrado en esta Copa América al 'profeta' que estaban esperando para acabar con 12 años sin títulos continentales: su nombre es Gabriel Jesus.

Tampoco había tenido una gran temporada en el City, donde había perdido la titularidad con el argentino Sergio Agüero, con el que le tocó enfrentarse este martes en Belo Horizonte en las primera semifinal de la Copa América.

Pero fue en el Superclásico donde emergió el mejor Gabriel Jesus, anotando el primer tanto y asistiendo a Roberto Firmino en el segundo.

'Vi en mi cabeza que iba a marcar. No lo digo porque hice el gol. Las otras veces no dije eso. Vine muy confiado (...) y conseguí hacer el gol en una bella jugada de equipo. Firmino me pudo encontrar muy bien', declaró el delantero.

'Estoy muy feliz no por el gol, sino por el equipo (...) Conseguimos hacer los goles, todos estamos contentos por el partido, por el empeño, por la entrega. Tenemos que jugar todos los partidos con este espíritu', añadió.

En una primera parte de dominio local, Brasil se adelantó en una gran jugada individual de Dani Alves, que abrió a la derecha para Firmino y el '9' del Liverpool le metió en el corazón del área para que Gabriel Jesus la empujara a la red.

En el segundo tiempo, cuando Argentina más apretaba y había enviado dos remates a los palos, apareció de nuevo Gabriel Jesus con una sublime carrera de 71 metros, llevándose por el camino a Juan Foyth y a Nicolás Otamendi, y al pisar el área cruzó a la derecha para que Firmino rematase a puerta vacía.

Sólo unos minutos después, en otra carrera por evitar que la pelota saliese por la línea de fondo, Gabriel Jesus notó un pinchazo y tuvo que ser sustituido por Allan a falta de 10 minutos para el final.

Sustituido por lesión

Una actuación redonda que puede llevar a pensar a los brasileños que han reencontrado al Gabriel Jesus que prometía mucho cuando, tras proclamarse subcampeón mundial juvenil en 2015 y ganar el oro olímpico en 2016, llegó a Europa en enero de 2017 y, pese a una lesión en el pie que le mantuvo tres meses inactivo nada más aterrizar, completó un final de temporada y un curso 2017-2018 muy notable.

Su velocidad, su movilidad y sus goles sedujeron al exigente Pep Guardiola, que no tuvo reparos en darle la plaza de '9' en detrimento del argentino Sergio Agüero, máximo goleador histórico de los Citizens y toda una institución en el club.

A sus 22 años, Gabriel Jesus tiene aún tiempo de imponerse como uno de los grandes goleadores del momento, siguiendo su filosofía de vida, sacada de la canción 'La vida es desafío' del grupo de hip-hop brasileño Racionais MC's: 'Siempre fui un soñador / Eso es lo que me mantiene vivo / De niño mi sueño era ser jugador de fútbol / Vayan viendo ...'.

Esos versos los lleva tatuados en el pecho, junto a un balón de fútbol, 'me hacen recordarlo todo. Del comienzo, de los amigos que tenían talento (para jugar al fútbol) y acabaron perdidos, sin que les dieran oportunidades', explicó en la web de la Confederación Brasileña de Fútbol (CFB).

Su filosofía es 'creer mucho y buscar lo que quiero, sin cansarme, siempre con mucha fe y mucha voluntad'.

Hasta el domingo, su estado físico será sin dudas motivo de preocupación para Tite y la 'torcida'.

Brasil no anda sobrado de delanteros goleadores, así que el concurso de Gabriel Jesus se antoja decisivo para que el domingo en el Maracaná Brasil pueda levantar su novena Copa América.