El golfista norirlandés Rory McIlroy, en busca de ganar un torneo grande desde hace cinco años, espera terminar con esta sequía en el British Open que comienza el jueves en Irlanda del Norte, donde se juega el torneo por primera vez en 68 años.
Sus principales amenazas pueden ser el también norirlandés Darren Clarke, el italiano Francesco Molinari, campeón del torneo en 2018, el español Jon Rahm, que ganó el Open de Irlanda hace dos semanas, o el estadounidense Brooks Koepka, número uno mundial.
'Honestamente, este British Open es todo para mí. Levantar la 'Claret Jug' de nuevo sería un triunfo increíble', declaró el número tres mundial Rory McIlroy, que ganó el célebre trofeo con forma de jarra del British Open en 2014, en Liverpool.
El golfista pisa terreno conocido, ya que con solo 16 años, había batido el récord del recorrido de Portrush con una tarjeta de 61 (-11).
Será calurosamente animado por sus fans, pero el norirlandés, que ya ganó en casa el Irish Open en 2016, minimizó la presión sobre sus espaldas.
'Voy a sentirme igual que en otro British Open. Ya he jugado algunos hasta ahora. Sé lo que me espera. Tal vez será un poco más ruidoso', aseguró el golfista de 30 años, favorito de los apostadores.
Regreso a Irlanda del Norte
La espera será grande para el 148º Open Championship, el primero fuera de Inglaterra o de Escocia desde 1951. La pequeña ciudad de Portrush, de 7.000 habitantes, vive al ritmo del torneo para el que ninguna plaza está disponible antes incluso de los primeros golpes.
Un regreso a Irlanda del Norte fue imposible durante mucho tiempo debido a la violencia existente en la provincia británica entre los años 1960 y finales de los años 1990.
Pero el acuerdo del Viernes Santo en 1998 y después la aparición de una generación excepcional de golfistas (McDowell, McIlroy, Clarke), han permitido este retorno al primer plano en el más antiguo de los grandes torneos internacionales.
'De niño, aprendí a jugar al golf en Dungannon, que era sin duda el club más bombardeado de Irlanda del Norte', contó al Daily Mail el vencedor del British Open 2011, Darren Clarke, que vive en Portrush y que realizará el primer golpe de la competición.
Pero la oposición a los norirlandeses será fuerte. Por parte europea, Jon Rahm y Francesco Molinari, que se reservó para el British Open al no jugar los Irish y Scottish Open.
Pero sin duda el favorito es el estadounidense Brooks Koepka.
Koepka, el gran favorito
El número uno mundial ganó cuatro de los nueves últimos torneos mayores que ha disputado, y sobre todo terminó en el peor de los casos segundo de los tres primeros Grand Slam del año.
Aunque su mejor actuación en el Open Championship es la sexta posición de 2017.
Y los 'links' del Royal Portrush, un recorrido a orillas del mar, cuentan a menudo con mucho viento y eso puede ser una trampa para algunos. Dos hoyos, el número seis y el número siete, han sido especialmente concebidos para este torneo.
Tiger Woods busca también un cuarto título en el British Open. El número cinco mundial ha estado levantándose a la una de la madrugada en su residencia de Estados Unidos para disminuir el efecto del cambio horario.
Pero después de su decimoquinto título en un grande en el Master en abril, poniendo fin a una sequía de casi once años, el estadounidense de 43 años no ha brillado más, contentándose con una 21ª plaza en el US Open en junio.
Por último, el inglés Justin Rose, segundo en 2018, espera hacerlo mejor este año. El campeón olímpico de 2016 se perdió por poco la victoria en el US Open y se ha podido beneficiar de los buenos consejos de Darren Clarke para prepararse.