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La sudafricana Caster Semenya, que no podrá defender su título mundial de 800 metros en Doha (27 septiembre-6 octubre) por el nuevo reglamento sobre las atletas hiperandróginas, ha decidido dar el salto al fútbol.

La dos veces campeona olímpica está entrenando con el JVW, un club que disputa el campeonato femenino en Sudáfrica y que tiene su sede en Johannesburgo. No podría sin embargo jugar hasta el próximo año, ya que el plazo de inscripción de futbolistas para este curso está ya cerrado.

'Estoy centrada en este nuevo viaje. Valoro el amor y el apoyo que ya he recibido en el equipo', declaró Semenya a la web del club.

La capitana de la selección nacional sudafricana, Janine Van Wyk, cuyas iniciales dan nombre al club, dijo a la AFP que estaba 'entusiasmada' con la decisión de Semenya de unirse a su equipo.

Semenya sigue así los pasos del jamaicano Usain Bolt, que también decidió probar suerte en el fútbol, llegando a entrenar con los Central Coast Mariners australianos, aunque no convenció y no consiguió finalmente el contrato que buscaba.

La decisión de cambiar el atletismo por el fútbol viene motivada por el rechazo de Semenya a tomar medicación que le haga bajar su tasa de testosterona, como determina el nuevo reglamento aprobado por la Federación Internacional (IAAF) para los casos de atletas hiperandróginas que compitan en pruebas entre los 400 metros y la milla.

El reglamento entró en vigor el 8 de mayo pero luego estuvo suspendido temporalmente, hasta que a finales de julio un tribunal suizo revocó esa medida, cerrando así el paso a Semenya hacia el Mundial de Doha. En cualquier caso, la atleta sudafricana continúa con su batalla legal y ha presentado un recurso ante la justicia del país helvético.

La IAAF defiende su reglamento alegando que una tasa de testosterona elevada ofrece a estas atletas una ventaja injusta en la categoría femenina.

Semenya defiende por su parte su derecho a competir en las competiciones de su sexo civil sin tener que tomar medicación.