La profesión de técnico de fútbol en Colombia es un trabajo de corta duración. Algunos inician con la mayor ilusión del mundo y no han pasado cuatro partidos del torneo cuando ya salen por la puerta de atrás, como les pasó este año al uruguayo Guillermo Sanguinetti (en el anterior semestre) y al argentino Patricio Camps (en el actual) con Santa Fe. Igualmente al charrúa Ever Hugo Almeida, con las Águilas de Rionegro. Tres ejemplos claros.
Sin duda, es una labor ingrata en muchos casos, especialmente en nuestro país, donde los clubes están acostumbrados a nos respetar los procesos. Este año, por ejemplo, han salido 25 técnicos en 13 de los 20 clubes del fútbol profesional colombiano.
Solo siete entrenadores se han salvado de la ‘guillotina’ o han desistido de renunciar, a pesar de tambalearse en sus respectivos clubes. Ellos son Alberto Gamero (Deportes Tolima), Jorge Luis Pinto (Millonarios), Lucas Pusineri (Deportivo Cali), Hubert Bodhert (Once Caldas), César Torres (Alianza Petrolera), Eduardo Lara (Envigado FC) y Diego Corredor (Patriotas).
De resto, todos han ido y venido. En algunos casos salen por malos de un club y llegan como redentores a otro. Como le pasó este año a Jorge Luis Bernal, quien se fue de las Águilas por malos resultados y llegó ahora al Huila para salvarlo del descenso. O también como le ocurrió a Harold Rivera, que fue echado injustamente del Unión, con el que logró el ascenso a la A y la clasificación a los cuadrangulares semifinales en la Liga I, para recalar en Santa Fe, donde espera sacar al equipo de los últimos puestos de la tabla.
Otro caso particular que se da es el del DT que se va por malos resultados de un club y regresa al mismo equipo para encaminarlos por la ruta del triunfo. Le pasó a John Bodmer, quien se fue de Jaguares en marzo de este año, luego de dirigir nueve partidos, y regresó el 31 de agosto, para liderar al equipo felino en el segundo semestre, reemplazando en el cargo al santandereano Óscar Upegui, quien estuvo en el banco técnico cordobés durante once juegos.
Clubes como Santa Fe, Águilas y Bucaramanga son los que más técnicos han tenido en su banco este año. Por el cuadro cardenal han pasado sin suerte Guillermo Sanguinetti (4 juegos), Gerardo Bedoya (16) y Patricio Camps (4). Actualmente lo dirige Harold Rivera, quien cumple una destacada actuación (acumula tres triunfos consecutivos).
Por el Bucaramanga han pasado Flabio Torres (5 juegos), Carlos Giraldo (12) y Hernán Torres (10). Todos salieron por la puerta de atrás. Hoy el equipo canario está en manos de Sergio Novoa como técnico interino.
Por su parte, las Águilas han contado con los servicios de Jorge Luis Bernal (7 juegos), Ever Hugo Almeida (4) y Eduardo Cruz (7). Hoy se aferran al trabajo de Flabio Torres, quien acumula ya once partidos al frente del equipo antioqueño.
A estos tres equipos les siguen: Unión, Jaguares, Medellín, América, Cúcuta y Huila, todos con dos destituciones este año.
En lo que va del segundo semestre de 2019, nueve técnicos han dejado su cargo, ya sea por malos resultados o por renuncia, como lo hizo hace poco el chocoano Alexis García, quien decidió dar un paso al costado en el Pasto por 'motivos personales'. García había clasificado al equipo volcánico a la final del primer semestre, en donde cayó ante Junior.
Los otros técnicos que salieron este semestre son: Pablo Garabello (Cúcuta), Patricio Camps (Santa Fe), Óscar Upegüi (Jaguares), Humberto Sierra (Equidad), Hernán Torres (Bucaramanga), ‘Chonto’ Herrera (Huila), Alexis Mendoza (DIM) y Pedro Sarmiento (Unión Magdalena). ¿Quién será el siguiente?