Compartir:

La venezolana Yulimar Rojas, defensora del título, y la colombiana Caterine Ibargüen, recuperada de una operación que sufrió en agosto por una fascitis plantar, cumplieron este jueves en su primera salida a la pista del Mundial de atletismo Doha, donde se clasificaron para la final de triple salto del sábado.

Las dos superaron la distancia mínima clasificatoria para la final (14,30 metros): Rojas alcanzó 14,31 metros e Ibargüen llegó a 14,32, las dos en su segundo intento, tras el cual ya no continuaron saltando al tener el objetivo en el bolsillo.

Todas las miradas estaban puestas especialmente en Ibargüen, la vigente campeona olímpica y dos veces campeona mundial (2013, 2015), que desde la operación de agosto sólo había competido en una ocasión, en salto largo en Bruselas en septiembre, con un discreto octavo lugar que disparó las alarmas sobre su estado de forma.

Se especuló con una posible ausencia en este Mundial, pero la saltadora antioqueña de 35 años acudió puntual a la cita.

Empezó con un salto de 13,97 metros, muy corta para sus estándares, pero en el segundo pudo superar la mínima (14,32 m) y asegurar el billete a la final del sábado.

Ibargüen, que esta temporada llegó a saltar 14,89 metros y que tiene una mejor marca personal de 15,31, es la gran esperanza de Colombia en este Mundial, después de cuatro ediciones consecutivas en las que siempre ha estado en el podio de su prueba de referencia.

Por su parte, Yulimar Rojas (23 años) cumplió el trámite de este jueves. Tras un primer intento nulo, alcanzó 14,31 metros en el segundo y ya le bastó para sellar el pasaje.

Rojas es la gran favorita al título, avalada por su título panamericano de agosto en Lima y, sobre todo, por su impresionante 15,41 metros de la reunión de Andújar (sur de España) en septiembre, lo que le deja como la segunda mejor de la historia, ya pensando en el récord mundial de la ucraniana Inessa Kravets (15,50 metros), vigente desde 1995.