La colombiana Caterine Ibargüen tendrá hoy uno de los exámenes más difíciles de su carrera. La final del triple salto (12:35 p.m.) del Mundial de atletismo de Doha, que afronta con mucha cautela sobre su estado físico, tras haberse sometido a una operación en agosto.
'Nunca pensé en no poder estar en el Mundial', aseguró Ibargüen a la AFP tras superar la ronda de clasificación, que marcaba su regreso a las competiciones de triple salto desde su intervención por una fascitis plantar.
Las sensaciones 'no fueron buenas', admitió, y reconoció que físicamente no está perfectamente.
'Psicológicamente estoy al 100%, creo que mejor psicológicamente que físicamente, pero cuando salgo a la pista lo hago a guerrear y a dar lo mejor', indicó.
A su máxima rival, la venezolana Yulimar Rojas, la ve además 'en óptimas condiciones', lo que complica todavía más el reto.
Ibargüen, de 35 años, se clasificó en el segundo intento, llegando a 14,32 metros, dos centímetros por encima de la marca mínima que automáticamente clasificaba para la final (14,30 m).
Antes había tenido un primer salto muy corto para sus estándares (13,97 metros).
Es la primera vez que Ibargüen se clasifica a la final del triple salto necesitando más de un intento, ya que en las cuatro ocasiones anteriores en las que lo hizo fue asegurando el menor desgaste posible, con un único intento con el que ya clasificaba directamente para la final.
Haciéndolo, Ibargüen podía además abandonar cuando quisiera el concurso para tener más tiempo de reposo y no tenía que continuar en la pista hasta el final de la ronda.
En el camino a su primer título mundial, el de Moscú-2013, Ibargüen había logrado un 14,52 metros en la ronda de clasificación. Dos años más tarde saltó 14,42 metros para clasificarse a la final de Pekín-2015, donde también fue la vencedora.
Igualmente se clasificó a la final a la primera en Daegu-2011, con 14,52 metros, antes de lograr luego la medalla de bronce. Y también a la primera pasó a la final en el Mundial de Londres-2017, donde después fue plata, tras saltar 14,22 metros (esa vez la mínima clasificatoria estaba fijada en 14,20 metros).
En los Juegos Olímpicos, la saltadora antioqueña fue plata en Londres-2012 y oro en Rio-2016. En ambos casos también accedió a la final por la vía rápida, con 14,42 en la capital británica y 14,52 en Brasil. En ambos casos superando fácilmente, en el primer intento, la mínima clasificatoria. El Mundial de Doha es por lo tanto donde Ibargüen ha dado más muestras de vulnerabilidad antes de la final.
'Mi rival más fuerte es Caterine Ibargüen. Tengo que salir a competir y a estar bien conmigo misma', afirmó.