Apuesta por la mano dura. La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) suspendió el proceso de reintegración de Rusia, sancionada desde noviembre de 2015 debido a un enorme escándalo de dopaje institucional, por la investigación al presidente de su federación de atletismo (Rusaf) Dmitri Chliakhtine, este viernes en Mónaco.
La decisión es contundente, pero la Task Force, encargada de juzgar los progresos del país en la lucha antidopaje y de hacer recomendaciones al consejo de la IAAF, únicamente ha tenido en cuenta las revelaciones sobre las prácticas sombrías que siguen persiguiendo al país.
La suspensión, decidida a ocho meses de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, llega un día después de la suspensión provisional de cinco dirigentes de la Rusaf, cuyo presidente, Dmitri Chliakhtine, está acusado de 'obstruir una investigación' al saltador de altura Danil Lysenko.
Falsos documentos
Los responsables de la Rusaf están acusados de haber aportado falsos documentos para permitir al subcampeón del mundo de 2017 escapar a una sanción por fallar en sus obligaciones de localización en los controles antidopaje fuera de competición.
La Rusaf y los acusados tienen hasta el 12 de diciembre para ofrecer respuestas a la Unidad de Integridad en el Atletismo (AIU).
Este nuevo escándalo se produce en el peor momento para el conjunto del deporte ruso, de nuevo en el punto de mira de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y bajo la amenaza de una exclusión de los Juegos 2020.
La AMA investiga una posible falsificación de los datos del laboratorio de Moscú, en el centro del sistema de dopaje entre 2011 y 2015, transmitidos a la propia AMA y a la AIU para sus investigaciones.
El comité ejecutivo de la AMA debe reunirse el 9 de diciembre para evaluar el procedimiento en curso contra la Rusada y decidir sobre posibles sanciones, que podrían llegar incluso a la exclusión de Tokio-2020.
La AMA, que no pudo impedir la presencia de Rusia en los Juegos Olímpicos de Rio-2016, salvo en el atletismo -suspendido por la IAAF- dispone ahora de un reglamento que le permite imponer sanciones deportivas, con un posible recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
El escándalo que colmó la paciencia
Lysenko, el saltador de altura en el centro del último escándalo, era uno de los símbolos de los deportistas rusos autorizados a competir bajo bandera neutra, tras pasar por el control de un panel antidopaje.
Pero su figura se vio manchada por su tercer 'no show' (no presentarse a un control fuera de competición) en 12 meses, lo que supone una infracción de las reglas antidopaje, notificada por la AIU el 25 de junio de 2018.
El atleta fue suspendido provisionalmente el 3 de agosto de ese año, a tres días del comienzo del Europeo de Berlín. Sin duda el escándalo que colmó la paciencia de los dirigentes de la IAAF.
'Sobre estas bases, hemos propuesto al consejo, que aprobó por unanimidad, suspender el proceso de readmisión de la Federación Rusa hasta que los hechos sean aclarados', declaró Rune Andersen, al frente de la Task Force.
Otra grave consecuencia del 'caso Lysenko'. La IAAF pidió a la Task Force 'revisar el proceso de designación de los atletas neutros y de hacer propuestas al consejo para establecer si este mecanismo debe continuar y de qué forma', dijo Andersen.
'Las recomendaciones de la Task Force están en la línea iniciada en noviembre de 2015', señaló el presidente de la IAAF Sebastian Coe.
'No son para nada medidas simbólicas. Pensamos que es la mejor solución a tomar para nuestro deporte. Esto no nos hace populares dentro o fuera de nuestro deporte, pero iremos hasta el final del proceso, lo lejos que haga falta', añadió el dirigente británico.