Pocos notaron su presencia. En medio de un estadio repleto, con los cánticos y colorido de la hinchada de Junior, cualquiera pasa desapercibido. Sin embargo, el técnico de la selección Colombia, Carlos Queiroz, no se pudo camuflar y se acomodó muy cerca de la gente en un rincón de la parte de afuera del palco donde se sienta el presidente de Junior, Antonio Char.
Mientras el máximo directivo rojiblanco se quedó adentro dialogando con el presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, y otros dirigentes y amigos, Queiroz se sentó al lado de uno de sus ayudantes en el combinado patrio, en un principio, y luego compartió con Ramón Jesurun, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol.
Antes del juego se le vio muy pendiente de toda la fiesta que armaron los seguidores tiburones, después, por supuesto, se centró en el partido y muy seguramente en el accionar de Teófilo Gutiérrez, que en las últimas semanas ha sido propuesto por la prensa del interior del país como una posibilidad para brindar experiencia y creación al representativo nacional.
Queiroz no pudo ver la mejor versión de Teo porque América supo contrarrestar las virtudes de Junior y la ofensiva local no contó con la suficiente inspiración.