Una especie de barba nórdica, rostro serio y una anatomía imponente con al menos 102 kilos hacen parecer a Sandy León un tipo rudo y reservado, pero la realidad dicta un juicio totalmente diferente. Pocas personas saben que cuando llegó a Estados Unidos el pelotero venezolano rompió en llanto durante una semana por la dificultad lógica de estar dando sus primeros pasos en el béisbol organizado norteamericano. No sabía comunicarse en inglés y disputaba sus primeros juegos como receptor, algo que nunca había hecho.
Ya pasó mucha agua debajo del puente y después de esos días grises llegaron las alegrías y las recompensas por nunca bajar los brazos. Sandy se coronó campeón de la Serie Mundial en 2018 con los Medias Rojas de Boston, fue elogiado en varias ocasiones por el dominicano David ‘Papi’ Ortíz y conoció el amor de la mano de la barranquillera Liliana Triana, madre de sus dos hijos: Noah y Nahomy.
Hoy, Sandy León, nuevo receptor de los Indios de Cleveland, es una de las bujías ofensivas de Caimanes de Barranquilla, una novena a la que llegó por la insistencia de su pareja sentimental para afrontar la temporada 2019-2020.