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El Flamengo, flamante campeón de la Copa Libertadores, representante de la CONMEBOL en el Mundial de Clubes, debuta el martes en la cita de Catar ante el Al-Hilal saudita, en busca de un cetro mundial que logró por última vez en 1981, tras ganar la extinta Copa Intercontinental.

En aquella ocasión el rival por el título fue el Liverpool, ante el que los pupilos dirigidos por el portugués Jorge Jesus podrían enfrentarse en la final, siempre que los 'Reds' superen el miércoles al Monterrey mexicano.

'Mucha gente está hablando de una posible confrontación con el Liverpool, pero debemos centrarnos en el primer partido. No me interesa nada más por el momento', afirmó el veterano técnico portugués.

En efecto, el 'Mengao' deberá antes vencer al campeón de la Liga de Campeones de Asia, un Al-Hilal para el que también supone su primera presencia en un Mundial de Clubes, y que llega de imponerse por 1-0 al campeón africano Esperance de Túnez en cuartos de final.

'Ya les ha pasado a otros equipos sudamericanos que han venido y han caído en semifinales, así que nosotros damos máxima prioridad a este partido. Ya se pensará en la final, si llegamos', señaló en la misma línea de prudencia el exlateral del Atlético de Madrid Filipe Luis en declaraciones a la FIFA.

Reencuentros

Pero también se encontrará antes sus antiguos compañeros el colombiano Gustavo Cuéllar, quien participó hasta los cuartos de final en el éxito de la Libertadores del Flamengo, y que ahora milita en un Al-Hilal con varios jugadores sudamericanos.

El volante 'cafetero' conforma una medular rocosa y talentosa junto al brasileño Carlos Eduardo, con el peruano André Carrillo en labores goleadoras.

Carrillo fue elegido mejor jugador del choque inicial ante el Esperance, aunque el autor del gol de la victoria fue el veterano delantero francés Bafétimbi Gomis, quien había saltado al terreno de juego apenas ocho minutos antes.

'Es una competición que congrega a los campeones a nivel de clubes y está llena de partidos difíciles. Aquí en Doha, representamos una nación con más de 40 millones de aficionados. Estamos felices por jugar el Mundial de Clubes y trataremos de finalizar este año especial con otro título', afirmó el capitán del equipo Everton Ribeiro.

Horas antes, en el mismo estadio de la capital Doha, el Al-Sadd de Xavi Hernández y el Esperance buscarán el consuelo del quinto puesto tras haber perdido en cuartos de final.