La Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA), sin sorpresas, anunció este jueves su intención de apelar la exclusión de Rusia de las competiciones deportivas por haber falsificado datos, una expulsión tildada como 'injusta' por el presidente Vladimir Putin.
Formalmente, el Consejo de Vigilancia de la RUSADA emitió una recomendación de apelar estas medidas, que será presentada ante su asamblea general de aquí a final de mes y luego transmitida a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para que esta última remita la cuestión al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).
'Hemos decidido no aprobar la decisión de la AMA', indicó el presidente del Consejo de Vigilancia de la RUSADA, Alexandre Ivlev. 'Pensamos que nuestros argumentos son lo suficientemente fuertes pero no voy a dar un pronóstico' sobre las opciones de Rusia ante el TAS, añadió.
Rusia se vio privada por la AMA de participar durante cuatro años en los principales eventos internacionales, especialmente los Juegos Olímpicos de 2020 y 2022 y el Mundial de fútbol 2022. El país está acusado de haber manipulado los datos antidopaje que envió a la organización.
Preguntado este jueves sobre este tema, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, consideró que su país debía poder participar en las competiciones deportivas con los colores de su bandera ya que la AMA no tenía 'ningún reproche concreto' contra el Comité Olímpico ruso, sino solo contra la RUSADA.
El dirigente denunció sanciones 'injustas', 'ilegales' y 'desprovistas de sentido común' contra Rusia.
Política de prestigio
Si las sanciones son tan duras es porque la AMA consideró que Rusia había 'manipulado' los datos del laboratorio antidopaje de Moscú que le había hecho llegar a principios de año, un enésimo giro en un escándalo que comenzó con la revelación en 2015 de un dopaje institucional practicado desde 2011 y que implicaba a altos funcionarios, agentes secretos y frascos de orina adulterados.
A contracorriente del Gobierno y de su Consejo de Vigilancia, el director general de la RUSADA, Yuri Ganus, vio a las autoridades rusas culpables en este escándalo, reclamando a Putin una gran limpieza para que se lleve a cabo una lucha sin cuartel contra los tramposos.
En Rusia, el deporte sigue siendo eminentemente político, ya que Putin se apoyó en las grandes competiciones para aumentar el prestigio de su país, organizando los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi (2014) o los Mundiales de atletismo (2013), natación (2015), hockey sobre hielo (2016) y fútbol (2018).
Para los deportistas, la exclusión de Rusia se vive como una nueva catástrofe, después de que su país quedara fuera de varias competiciones desde 2015.
Muchos han criticado una excesiva dureza por parte de la AMA, aunque otros ven al poder ruso como responsable, como la triple campeona del mundo de salto de altura Maria Lasitskene.