Aunque no sucedió en la cancha y a pesar de que no se presentó en una tribuna o en los alrededores de un estadio, el balón se volvió a manchar de sangre. El fútbol perdió su color de fiesta y nuevamente se vistió de luto con el asesinato de Arley Andrés Carvajal Escobar, hincha del América, de 27 años de edad, que resultó apuñaleado por seguidores del Deportivo Cali (entre ellos un menor de edad que ya está detenido), el sábado, en una calle de la capital del Valle, horas antes del clásico caleño, que finalmente ganaron los ‘Azucareros’ 2-1 en su estadio, en Palmira.
El violento hecho, que quedó registrado en videos que circulan en redes sociales y que muestran la salvaje agresión y el vano intento de Carvajal Escobar por pedir ayudar y escapar del lugar, ha despertado indignación en gran parte de la opinión pública y ha puesto una vez más sobre la mesa el tema de la violencia entre las barras de los equipos del fútbol colombiano, un problema al que se le ha venido aplazando una solución contundente y definitiva.
Jorge Enrique Vélez, presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor, no fue nada diplomático en sus declaraciones a la prensa sobre este episodio fatal y de inmediato, a secas, trató de desmarcar a su organización de esta situación: 'El incidente no fue en el estadio, ni siquiera se presentó cerca del escenario deportivo. El hecho ocurrió en Cali y no en Palmira, donde fue el partido. Eso es un asunto de seguridad urbana y eso no tiene nada que ver con el fútbol'.
El tino’ ve un desatino
La posición de Vélez fue duramente criticada por el exfutbolista Faustino Asprilla, quien a través de en un video en redes sociales le pidió la renuncia al mandamás de la Dimayor (ver nota aparte).
'Todavía no puedo creer que la Dimayor haya permitido que se jugara un partido de fútbol, el clásico en Cali, con un hincha, con un pobre muchacho muerto. Eso solo se ve en Colombia. Se demuestra que no piensan sino en la plata, la vida del ser humano no tiene valor aquí en Colombia, vale más un puto partido de fútbol que la vida de ese pobre muchacho y la familia de él. Se jugó el partido porque no sucedió adentro de una cancha, que sucedió afuera. Presidente, en serio, debería renunciar a ese cargo. No más, eso no tiene presentación, tengan vergüenza', expresó ‘el Tino’.
Jesurun opina
Ramón Jesurun, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, dialogó con EL HERALDO sobre el tema y respaldó lo dicho por Vélez: 'Por el hecho de que una persona tenga como vestimenta del día un uniforme de un equipo de fútbol y caiga en una situación de violencia, no quiere decir que lo está generando el fútbol. Las autoridades del fútbol, que somos nosotros, tenemos la responsabilidad dentro del estadio y eventualmente en los alrededores del mismo. Si uno analiza todos estos casos de actos de violencia, son provenientes de personas o muchachos con hogares fisurados, con falta de oportunidades en estudio y trabajo, que desarrollan su frustración bajo cuestiones de violencia, pero que tengan la camiseta de un club o un color, no significa que eso lo esté generando el fútbol. Acá hay un problema social en el país que es muy grave y no podemos darle la responsabilidad al fútbol. Cuando pase algo dentro del estadio, que ojalá nunca suceda, los responsables indudablemente seremos nosotros, pero no podemos ser responsables de un acto de violencia ocho horas antes de un partido, en un sitio que ni siquiera está cercano al estadio y que no está comprobado que lo generó una discusión por temas de fútbol'.
Jesurun asegura que la dirigencia del balompié nacional sí ha desarrollado programas y gestiones para erradicar la violencia de las barras.
'Tenemos una Comisión de Seguridad que preside el Ministerio del Interior, los clubes están haciendo planes sociales alrededor de sus barras, de hecho, hace mucho rato no hay actos bochornosos ni que generen violencia durante un partido de la Liga. Vuelvo y reitero: los hechos que sucedan fuera del estadio son cosas totalmente aisladas, no puede nadie endilgarle esa responsabilidad al fútbol', puntualizó Jesurun.
En Barranquilla
En la capital del Atlántico se vienen tomando algunas medidas preventivas y sociales alrededor de las barras de Junior (Frente Rojiblanco de Sur, Los Kuervos y Bloque Central), que tienen unos 2.300 miembros oficiales, según datos del club.
A través de la Comisión Distrital de Seguridad, Convivencia y Comodidad del Fútbol, organización que existe en todas las ciudades que acogen el campeonato profesional, se planifica y determina todo el operativo de seguridad y se logra tener un permanente dialogo con los líderes de los grupos de fanáticos rojiblancos.
Varios de ellos han recibido capacitación en primeros auxilios y logística mediante iniciativas que surgieron en la Comisión Distrital. 'Ha sido un proceso que lleva ya tres años. No ha sido fácil, pero han entendido. Esperemos que sigan así, esto es un proceso de construcción constante. Unos 40 muchachos de las barras se han formado en logística y primeros auxilios. Ayudan a la salida y entrada de los aficionados y sirven de mediadores en el proceso de construcción de convivencia dentro del estadio', aseguró Clemente de Fajardo, secretario de Gobierno en la alcaldía de Alejandro Char y ahora en la de Jaime Pumarejo.
Esta Comisión funciona desde 2015, se reúne cinco o cuatro días antes de cada partido de local y reporta mensualmente a la Comisión Nacional, que es encabezada por el Ministerio del Interior.
La Comisión Distrital de Seguridad, Convivencia y Comodidad en el Fútbol es integrada por el alcalde o su delegado, el Secretario de Deportes o su delegado; el Comandante de la Policía Nacional en el ámbito local o su delegado; el Presidente de la Liga de Fútbol del Atlántico, un representante de Junior, el Director local de Prevención y Atención de Emergencias y Desastres, un delegado de la Cruz Roja, uno de los bomberos, un delegado de la Oficina de Cultura Ciudadana, entre otros actores del espectáculo futbolero.
'El alcalde (Jaime Pumarejo) le está apostando al tema de la cultura ciudadana y estamos interactuando con ellos en ese sentido. Vamos a ver cómo avanza todo', dijo Fajardo.
El secretario de Gobierno explica que 112 cámaras vigilan todo lo que sucede en el Metro, pero espera, de la mano de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, crear una base de datos de hinchas para poder particularizar las sanciones ante malos comportamientos.
'Las barras son sancionadas por la Comisión cuando tienen un mal comportamiento. Hay que trabajar en el tema de la individualización de las barras, para poder pasar de la sanción general a la individual. Eso se viene trabajando, ya tenemos el software y las cámaras de reconocimiento facial', expresó Fajardo.