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En medio de la crisis sanitaria que hay en el mundo debido a la pandemia del nuevo coronavirus, Abdelhak Nouri, futbolista holandés de origen marroquí, produjo una milagrosa noticia que llenó de dicha al planeta deportivo, luego de despertar de un coma en el que quedó sumido hace dos años y nueve meses cuando se desplomó en medio de un partido de pretemporada que el conjunto neerlandés disputaba con el Werder Bremen.

Nouri, quien tuvo una arritmia en pleno juego, habría sufrido un daño cerebral permanente, lo que generó que, en su momento, los médicos pensaran que sus opciones de vida eran nulas.

'Ya no está en coma: duerme, estornuda, come... Pero está postrado en cama y depende de nosotros. En sus buenos días hay alguna forma de comunicación, pero la confirmación es a través de sus cejas. Algún día habrá alguna otra forma de comunicación con él', dijo su hermano Abderrahim en una entrevista al programa de TV holandés ‘De Wereld Draait Door’.

'Hablamos con él como si no estuviera enfermo. Vemos fútbol en el salón y le gusta mucho. A veces muestra sus emociones, como una sonrisa', agregó.

Frenkie De Jong, jugador del FC Barcelona, ya había entregado indicios, hace unos meses, de un posible despertar de su gran amigo. El volante, que se formó junto a Nouri en el Ajax, cuenta una anécdota que lo marcó en una de las tantas visitas que le hizo a su amigo cuando aún se encontraba en coma.

De Jong dudaba si irse o no al Barcelona y esperaba la opinión de su amigo. Y fue la madre de Nouri la que tuvo que intervenir para encontrar la respuesta que deseaba.

'Me senté con él y su madre entró. Luego le preguntó: ‘Appie —así apodan al chico—, ¿dónde debe ir Frenkie? ¿Al Barcelona?’. Tan pronto como ella dijo eso, su ceja se alzó. Fue un momento especial', dijo el jugador azulgrana.

Una tierna historia que acabó con De Jong en el Camp Nou junto a Messi.