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A Luis Fernández le ha tocado vivir situaciones difíciles en Ecuador. En 2016 el cancerbero samario vivió en carne propia el terremoto que sacudió a este país. Cuatro años después, el arquero, campeón con Junior en 2004, vive otro duro momento esta vez por culpa del coronavirus, la pandemia que tiene en crisis al mundo entero.

En Ecuador se reportan 7.858 casos por la COVID-19, de estos 388 personas han fallecido. Confinado desde su casa en Quito, el cancerbero colombiano atendió el llamado que le hizo EL HERALDO vía Skype y contó cómo vive este duro momento junto a su familia.

'Estamos confinados en el hogar con la familia, esperando que se restablezca todo y pase esta pandemia. Precisamente me estaba acordando que hoy (el miércoles) se cumplen cuatro años del terremoto, esta es otra situación muy distinta. Lastimosamente Ecuador ha llevado una parte crítica, más que todo en Guayaquil, donde se han presentado muchas muertes y muchos contagiados. Aquí en Quito también hay contagiados, pero se mantiene una línea, gracias al alcalde que logró cerrar a tiempo la ciudad para que no trascendiera más esto', explicó el futbolista.

Fernández aseguró que el momento es duro porque todo se paralizó y venía acostumbrado a un ritmo de trabajo. 'Esto es difícil porque llevas una rutina de entrenamientos, de salir y estas encerrado en tu propia casa sin poder salir y ver las noticias con las personas que se enferman. Mucha gente no tiene que comer y tienen que salir a buscar', contó el samario.

Son muchas las imágenes y videos que se ven de la situación en Ecuador, Fernández explicó cómo es la real situación que se vive en este país. 'Nosotros también vemos las noticias de esas imágenes, muchos dicen que es cierto, otros que es mentira. Han mostrado cajones con basura, otras veces tienen cuerpos. Sí hay problemas. Aquí en Quito se vive algo muy distinto y la gente ha tomado más conciencia', apuntó el jugador.

Fernández reconoce que la situación no es fácil, pero se aferra a su esposa e hijos. 'Comparto mucho con mi familia. Se afianza más el amor por todos. La parte dura y complicada es no entrenar con el equipo, no trabajar como veníamos haciendo. El fútbol se pierde y eso es vital para uno. Ya nosotros tenemos 32 días de estar encerrados. El fútbol se paró el 13 de marzo porque la situación se puso crítica.

Lo más duro es ver tanta gente que pasa necesidades y uno sin poder hacer nada porque hay que cuidar a la familia. En estos momentos es cuando más hay que ser solidarios', agregó el portero que milita en el Aucas de Quito.

‘Lucho’, como le dicen de cariño, ha tomado sus propias precauciones y siempre se mantiene en casa. 'Siempre estoy en casa. Cuando vamos a hacer mercado solo sale una persona. Últimamente no salimos porque la situación se ha puesto más crítica. Nos llenamos de las cosas que se necesitan en el hogar. No salimos para nada y procuro no tener contacto con otras personas', apuntó.

Luis Fernández se ha mantenido en contacto con sus familiares en Colombia y reza mucho para que su hermana, que es médico, siempre esté con buena salud.

En medio del diálogo que sostuvo con EL HERALDO, Fernández también recordó aquella final de 2004 con Junior ante Atlético Nacional y donde atajó un cobro en la serie de penal, después de no haber tenido un buen partido durante los 90 minutos reglamentario.

'Tenía que atajar porque había tenido errores anteriormente (risas). Me equivoqué un par de veces, sobre todo en el último gol donde me apresuré en salir. Ellos ya se daban por campeones, pero llegó Walter (Ribonetto) y metió ese gol. Luego ganamos el título en los penales'.

Luis Fernández seguirá confinado en su casa junto a su familia en Quito, esperando paciente en que pronto se frene la pandemia del coronavirus.