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Camilo Villegas no pasa por su mejor momento deportivo ni personal. El golfista colombiano, que regresó a los campos luego de 21 meses de ausencia, tras superar una lesión grave en el hombro, solo piensa hoy en la salud de su pequeña hija Mia, de menos de dos años, que fue diagnosticada con un tumor cerebral y otros más pequeños en la columna vertebral.

El golfista colombiano y su esposa, María Ochoa, notaron que su hija, desde temprana edad, lloraba demasiado y se movía raro y decidieron llevarla a los médicos, presintiendo lo peor. Mía se encuentra hoy en la segunda etapa de quimioterapias y está pendiente de evolución.

'Ha sido muy duro verla sufrir. Ella sigue luchando y nos inspira a seguir adelante. Por eso estoy acá listo para volver a jugar golf. Estoy aquí por ella. Así como he tenido la fortuna de volver a jugar golf, sé que festejaremos cuando ella esté totalmente recuperada', sostiene Villegas.

'Han sido meses muy duros. Mi esposa ha sido un apoyo increíble y fue quien me dijo que viniera a jugar golf. La situación con Mia no ha sido fácil, pero ella ha luchado por su vida y ver cómo lo hace ha sido una motivación para toda la familia. Realmente no sé dónde está mi cabeza, pero sé dónde está mi corazón', agregó.

La hija del cuatro veces campeón en el PGA TOUR está siendo tratada en el tratada NicKlaus Children’s Hospital en Miami, donde sus padres esperan por noticias positivas, tras cumplir la segunda etapa de su proceso de recuperación.

'Siempre pensamos en positivo y aunque esta ha sido la realidad de nuestra familia en los últimos meses sabemos que Mia ha sido muy fuerte y ha sido una inspiración', expresó Villegas.

A pesar de todas las vicisitudes por las que pasa, el golfista colombiano está listo para jugar el Korn Ferry Tour Challenge at TPC Sawgrass, evento que reanuda la temporada 2020 del Korn Ferry Tour. Junto a Villegas hay otros once latinos, entre los que figuran sus compatriotas Marcelo Rozo y Nicolás Echavarría.