La pandemia no lo deja alistar maletas todavía, pero Jorge Luis Pinto ya tiene la mente puesta en Emiratos Árabes Unidos. El santandereano, de 67 años de edad, se encuentra a un paso de convertirse en entrenador de la selección de ese país.
Aunque recibió ofertas y sostuvo contactos con otras selecciones y varios clubes, entre ellos Junior, según sus palabras, Pinto ya tomó la decisión de asumir el desafío en territorio asiático.
¿Cómo es eso que se va para Emiratos Árabes?
En esos estamos. Nos encontramos, como dicen ustedes, en duras conversaciones. Estamos muy cerca de definir. Ya tenemos un precontrato. Faltan algunas cosas que se tienen que clarificar y definir.
¿Sigue el tira y jala o la mayor parte de las cosas están acordadas y solo faltan detalles?
Hay algunos puntos a los que tenemos que darles claridad para que después no haya confusión.
¿Qué sabe usted de la Selección de Emiratos Árabes aparte de que perdió ante Colombia 2-0 en Italia 90?
Que yo también estuve viendo (en Italia) ese partido y creo que el presidente (actual) de la Federación (de Emiratos Árabes Unidos) jugó ese partido (risas). Ya he visto muchos videos y he analizado jugadores, tienen buen nivel técnico, son rápidos y alegres en su fútbol.
¿Qué ha averiguado de la cultura y el idioma?
Una cultura diferente, pero es como todo, hay que saberse adaptar. El idioma nativo es difícil de entender, pero todos manejan el inglés, el ciento por ciento de la población, incluidos los jugadores.
¿Usted ya maneja el inglés?
Yo manejo algo. No tan perfecto. Me defiendo más con el alemán y el portugués.
Anteriormente a usted le habían hecho ofertas de países exóticos futbolísticamente hablando y no había aceptado. Rechazó una de China precisamente por el idioma. ¿Por qué esta vez dijo sí?
De Emiratos Árabes me habían llamado hace como dos años para el Mundial de Rusia, pero yo estaba dirigiendo a Honduras y no pude. Pero ahora se presenta la opción y me parece que es un país y un fútbol que valen la pena. Hemos ya evaluado videos y mirado cosas. Me cuentan que tienen una gran organización. Vislumbro que podemos sacar buen provecho de eso.
Usted es incansable en los entrenamientos, habla todo el tiempo y está pendiente de los más mínimos detalles, no se le escapa nada. Va a necesitar un traductor las 24 horas del día…
Por lo menos o algo más (risas)… Yo pienso que uno se va acostumbrando, va asumiendo comportamientos y aprendiendo palabras. El jugador también va a ir adaptándose y complementando lo que queremos. Lógico que habrá que hablarles mucho.
Va a multiplicar sus ademanes, señas y gestos…
Puede ser (risas).
Ya sabe cómo es una ‘corrida de madre’ en árabe…
(Carcajada)… No existe (risas). Eso no ha existido nunca en ningún idioma. A pesar de que tengo mi exigencia, nunca maltrato al ser humano de alguna manera, de eso me enorgullezco.
¿Qué reflexión hace del fútbol colombiano ahora que lo vivió más de cerca después de varios años en el exterior?
Que ha evolucionado mucho, que, a pesar de lo que diga, se trabaja bien en las divisiones menores. ¿Que podría ser mejor? Sí. De pronto nos falta un poco más de competencia en la etapa de formación. Me preocupa que el jugador no se sienta hoy compenetrado por las exigencias que tiene el fútbol, el tener equipos más tácticos, con más trabajos. Eso me viene preocupando. Parece que estuviera perdiendo algo de esa entrega al trabajo.
¿Por qué muchos jugadores cuando están en Colombia no quieren cumplir con dobles funciones, pero van al exterior y luego dicen que allá aprendieron a ser más dinámicos y a cumplir con varias labores? ¿Por qué acá no corren y allá sí son más obreros?
Es un costumbrismo equivocado. Luego se dan cuenta que de verdad en las grandes potencias del fútbol manejan esos conceptos. El futbolista que no maneje los conceptos de ataque y defensa, no existe. No es que uno va a poner al delantero a que defienda todo el partido o al lateral a que ataque todo el partido, pero los que no manejen los dos conceptos equilibrados, no existen para el fútbol.
¿Eso le puede estar pasando a James Rodríguez o eso es otro cuento?
No sé qué puede estar pasando allá. No sé qué puede estar pasando al interior, sabemos que James es un hombre talentoso, eso sí, pero también tenemos que conocer qué le exigen a él y qué no puede dar.
Su nombre sonó un par de veces en el último tiempo como posible sucesor de Julio Comesaña si salía de la dirección técnica de Junior. ¿Qué hubo de cierto en esos rumores?
Hubo algún contacto al terminar el año, pero me parece, hay que ser honestos en la vida, que Julio ha hecho un buen trabajo y tienen que dejarlo concluir. Ojalá que esa conclusión sea ganadora al máximo. Me parece que Julio ha hecho muchos méritos, tiene cosas buenas, conoce el medio, pienso que no hay que ponerle cosas al lado, déjenlo trabajar que eso va a hacer beneficioso para el equipo.
¿Con quién fue el contacto?
(Risas)… ¿Allá con quién más puede ser el contacto? Hay dos personas, si no es con ellas, ¿con quién?
¿Fuad Char?
No. Con don Fuad no fue.
¿Antonio Char?
(Guarda un breve silencio)… Yo pienso que le deben dar estabilidad a Julio, más en este año que ha sido tan chocado con todo este problema.
¿Pero sí le hubiera gustado dirigir a Junior otra vez?
¡Por supuesto! Me encanta. Lo he dicho, me encanta la plaza, la gente, todo. Es un equipo que se arma para ganar y uno quiere eso. Es como cuando uno quiere un buen carro, no hay un ser humano que no quiera tener un buen carro.
Después de aquel diálogo no volvieron a hablar más…
No.
¿Cómo ve la posibilidad de reanudación de la Liga ante una curva de contagio en ascenso?
Entre más se atrase, peor para los clubes en la parte económica. Yo pienso que tienen que tomar una decisión sacrificando todos algo. Yo he dicho que en este momento se tienen que sacrificar los directivos, los jugadores, los empresarios, la gente de mercadeo y todos, es casi una necesidad por todos los factores que se mueven alrededor, hasta por la misma distracción del pueblo colombiano. Todo eso debe estar respaldado de todas las condiciones de bioseguridad, que la determinan los médicos. Alemania ya rompió ese tabú y lo hizo, Inglaterra, España, Portugal.
¿Y cómo ve la división que hay alrededor de la Dimayor?
Es una división de egoísmos. Hay que corregir cosas, pero vuelvo y digo: los unos tienen que saber perder algo y los otros también, unos ganar y otros perder. Que ambos pierdan algo.
¿Cuál cree que debe ser el sistema del torneo?
Yo, Jorge Luis Pinto, haría un torneo común y corriente. Se empieza de cero, con un subcampeón, un campeón y los clasificados a torneos internacionales y listo. No pueden perder más tiempo. El manejo del torneo debe ser simple porque hay que darle el espacio a los que compiten en Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
¿No reanudaría el torneo desde donde se interrumpió?
Bueno sí, terminarlo. Que en diciembre salga el campeón de ese torneo. Pero ponernos a hacer campeonatos apretados, de eliminatorias de grupos y esas cosas, no. Lo estable es estable. Los europeos han dado ejemplo. No estoy de acuerdo con reunir a los equipos en una sola sede ni en grupos de cinco. Eso es peor para el jugador. Si ya lo hicieron cuatro potencias por qué no lo puede hacer Colombia. Y cada uno en su sede.