Nabil Crismatt Abuchaibe vive días felices en Springfield. El lanzador barranquillero ha subido un escalón más en su carrera para llegar a ese sueño de jugar en las Grandes Ligas.
El serpentinero, de 25 años, fue llamado para hacer parte del roster de 60 peloteros de los Cardenales de San Luis de cara a la atípica temporada de Las Mayores en 2020, que solo tendrá 60 juegos y se jugará sin público en las tribunas en medio de la pandemia del coronavirus, a partir del 23 de julio.
Confinado en el hotel, donde están todos los peloteros de los Cardenales, el lanzador currambero atendió telefónicamente el llamado de EL HERALDO y relató cómo vive esta bonita experiencia.
¿Cómo recibe la oportunidad para estar en el roster de los 60 de los Cardenales de San Luis?
Me sentí muy bien. Muy contento de volver al trabajo después de tantas cosas que han sucedido este año. Sinceramente me he mantenido trabajando y gracias a Dios estoy muy bien. Estoy aquí para tratar de ayudar al equipo en lo que se pueda y estar lo mejor preparado para hacer lo mejor. Estoy aquí esperando que se abra esa oportunidad y seguir entrenando.
¿Cómo ha sido el contacto con sus otros compañeros de los Cardenales?
No, todavía no me he acercado a nadie, todos estamos en cuarentena. Estamos en el hotel y nadie puede salir de sus habitaciones. Ya tuvimos el examen del coronavirus y estamos esperando el resultado para poder salir de las habitaciones, por el momento no podemos tener contacto con nadie.
¿Cómo se enteró que lo iban a tener en cuenta para estar en el roster de 60?
Fue una noticia bien chévere, recibí una llamada de los jefes del equipo. Me sentí bien contento de lo que estaba sucediendo, porque fue algo que venía esperando y le pedía a Dios que me diera la oportunidad de estar ahí. Aquí estamos esperando para poder empezar a entrenar.
¿A qué cree que se debe este llamado?
A mi trabajo y sacrificio. Esto es algo que yo he venido buscando desde el primer día que llegué a la organización, me he sentido muy bien. Este es mi primer año de estar en esta organización y estoy muy agradecido porque me hayan tenido en cuenta y espero ayudarlos en lo que pueda.
¿Cuál es ese gran reto que se ha trazado?
Prepararme de la mejor manera, estar saludable y esperar la oportunidad, para cuando llegue ese llamado a las Grandes Ligas estar ahí y poder hacerlo de mejor manera. No es solo subir, sino mantenerme en el equipo.
¿Qué tanto cree que ha evolucionado como lanzador?
Muchísimo. Cada año siento que aprendo más. Este es mi noveno año como profesional y he venido trabajando día a día. El béisbol es un deporte que todos los días te enseña algo nuevo y pienso que estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera.
¿Cómo seguir ese ejemplo de Julio Teherán y José Quintana?
Tengo la oportunidad de entrenar mucho con Quintana, es una persona que me ha ayudado mucho durante mi proceso de liga menor y me ha dado la oportunidad siempre de entrenar con él. Este año estuvimos practicando en Miami. De Quintana aprendo mucho la perseverancia y de creer en lo que uno hace. Ser cada día mejor.
¿Dónde cree que está la clave para convencer al mánager de los Cardenales para que le dé un cupo en el cuerpo de pitcheo del equipo?
La clave es agarrarse de la mano de Dios. Salir al juego como lo he venido haciendo.
¿Cómo se imagina ese primer día cuando ya esté en el campo de entrenamiento con los Cardenales de San Luis?
Será un día muy especial. Tengo que seguir luchando por mis sueños.
¿Lo han llamado mucho?
Sí, la familia está muy emocionada, al igual que los amigos. Creo que es un logro más, pero todavía no canto victoria, tengo que seguir trabajando y haciendo lo mío.
¿En este momento qué clase de lanzador se considera usted?
Un lanzador con bastante experiencia en el juego. Siento que en estos meses he trabajado mucho en mi velocidad y creo que la he mejorado mucho más, fortaleciéndome cada día más.
¿Qué le han dicho otros peloteros que están en Grandes Ligas?
Me mantengo en contacto con muchos de ellos y todos están en sus organizaciones concentrados en su trabajo.
¿Cómo analiza esa competencia con los otros lanzadores que también aspiran a un cupo?
No conozco a muchos. No sé con quién me vaya a encontrar. Cada quien viene a hacer su mejor trabajo, para eso nos llamaron. Hay que estar en las mejores condiciones todo el tiempo para poder esperar el llamado. Tengo que enfocarme en mi rol.
¿De los peloteros actuales que están con los Cardenales, cuál es el que más admira?
Siempre, desde chiquito, he tenido mucha admiración por Yadier Molina, el cátcher. Es un tipo que ha hecho un gran carrera. Ha sido un orgullo conocerlo, dialogué mucho con él. Le hacía muchas preguntas. Espero algún día tener a Yadier Molina detrás del plato.
¿Antes de recibir el llamado, qué estaba haciendo?
Estaba en Miami con mi familia, entrenando. Tenía un gimnasio en la casa. Hasta que se me presentó la oportunidad. No pensé que esto fuese tan rápido, por lo que estaba sucediendo. Acá tienen todas las precauciones.